sábado, 30 de mayo de 2015

El adelanto


EL ADELANTO 
por Francisco-Manuel Nácher 

   Según la Ley Natural, lo que se adquiere espontáneamente o con gran facilidad mientras se es joven, es luego una traba que impide que, al llegar a edad adulta, se eleve uno por encima de ese nivel de juventud. En cambio, el que de joven se tiene que esforzar y, además, aprende de los otros, puede elevar sus conocimientos más allá que sus maestros. 
   Así ha ocurrido insistentemente con los “niños prodigio” que, en términos generales, casi nunca han llegado a ser “hombres prodigio”. Y ha sucedido con las civilizaciones: Han fecundado a un pueblo más atrasado, pero que luego ha sido capaz de llevar los conocimientos heredados más allá que sus propios creadores. 
   Y en el mundo de los descubrimientos científicos, donde cada uno se ha basado en los conocimientos de sus antecesores y los ha desarrollado hasta donde ellos no pudieron llegar. 
   Y, en la vida espiritual donde, de los grandes pecadores han salido los más grandes santos. Porque los niños son inocentes, pero sólo los adultos, que ya han vivido y han pecado y se han arrepentido y con ello han aprendido, pueden llegar a ser sabios o, lo que es lo mismo, virtuosos. 

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sábado, 23 de mayo de 2015

La mosca enemiga de la pena de muerte




LA MOSCA ENEMIGA DE LA PENA DE MUERTE 
por Francisco-Manuel Nácher

        Estaba agobiado. Mi defecto congénito de proponerme realizar más trabajo del que puedo, me tenía esclavizado. Llevaba varios días sin descansar y la labor a realizar parecía aumentar en proporción creciente. De modo que había dejado pendientes varias cosas importantes, entre ellas, un aviso de Amnistía Internacional para escribir a determinado Presidente de Estado solicitándole el indulto de un condenado a muerte, en un juicio irregular, y cuya ejecución se había ya aplazado una vez, pero ahora se había fijado ya una fecha definitiva, muy próxima, para el cumplimiento de la sentencia. 
      En plena vorágine cumplidora de mis trabajos comprometidos, me había olvidado completamente de este asunto. 
    Y, hasta tal punto de agotamiento mental llegué que decidí concederme un descanso y salir al jardín a leer durante unos minutos algo que me distrajese. Y así lo hice. Elegí, para esa lectura, prácticamente sin pensarlo, de entre el montón de libros aún sin leer, que tengo a mi izquierda junto a la pared, (porque ya no hay sitio para ellos en ninguna estantería ni mueble de la casa), uno cualquiera, que resultó ser “El vellocino de oro”, de Robert Graves. Así que abandoné mi despacho, bajé la escalera, salí al jardín y me dispuse a leer a la sombra de un gran olmo que nos protege, amoroso, del sol excesivo. He de reconocer que comencé la lectura con fruición, no sólo para olvidar el montón de cosas pendientes y urgentes que dejaba arriba, sino porque hacía tiempo ya que deseaba leer aquella obra. 
      Apenas abrí el libro, una mosca inoportuna- hay pocos animales tan inoportunos – se posó en mi rostro y me obligó a espantarla con la mano. Pero, con ese tesón, digno de mejor causa, de las moscas, insistió, una y otra vez, en su empeño por aterrizar sobre mí. Yo, por mi parte, que al principio ni había reparado en ella y había actuado de modo casi automático para espantarla, empecé a seguirla con la mirada para “atacarla” inmediatamente al siguiente intento. Y así lo hice: apenas se me acercó, haciendo alarde de unos reflejos felinos, la atrapé (he de reconocer que, de niño, era un campeón y mis reflejos llegaron a ser dignos de ellas) y la retuve un instante, presa, en mi puño. Luego, lo abrí y la mosca se alejó – pensé - asustada del peligro que había corrido. 
     Así que seguí leyendo y me sumergí de veras en la lectura, que se prometía muy interesante. Pero, cuando llegué a la página 11, en la que se narra la conversación entre el griego Alceo (uno de los Argonautas) con una ninfa de las Naranjas (o Manzanas de Oro de las Hespérides) en la isla de Mallorca, regresó la mosca con renovadas fuerzas y se posó sobre el libro. Inmediatamente reaccioné y la espanté. Aquello se había convertido casi en una cuestión de amor propio. La espanté y se fue… para regresar al instante. Yo mismo me reí de aquella especie de guerra tan curiosa que nos habíamos declarado ambos y hasta me pregunté si realmente sería la misma mosca de antes. 
    Pero concluí que sí, que era ella. Que se había sentido ofendida por el apresamiento de que había sido objeto y regresaba para demostrarme que no me temía y que podía ser más ágil que yo. Y acepté de nuevo el desafío. 
   Así que ella se empeñó en posarse sobre la página que yo leía y yo me empeñé en alejarla de allí. Y tanto insistió, que aquello empezó a parecerme algo realmente especial y me sentí inclinado a dejarla hacer y observarla. Pensé que debería haber algo particular en aquella página para que la atrajese de tal modo. Pero la página no tenía nada de especial. 
  La mosca, entonces, como si, además, quisiese burlarse de mí, empezó a interpretar una especie de baile muy curioso: se posaba en un punto que iniciaba una línea, – siempre el mismo – caminaba a lo largo de esa línea hasta el final, como si la leyera detenidamente, luego volaba hasta el principio de la línea siguiente, que “leía” también completa y, después, emprendía el vuelo… para regresar, a los pocos segundos, a repetir toda la operación.
   Al principio, yo la espantaba tras la segunda línea (aún no muy consciente de que ella la “leía”), pero aquella insistencia, aquel repetir siempre el mismo recorrido, me llevó a pensar que algo anormal estaba ocurriendo y que yo debería reaccionar también de modo especial. Y repetí mi observación detallada: ¡Todas las veces hacía lo mismo!
   Realmente intrigado, hice lo que suelo hacer cuando tengo un problema que no alcanzo a resolver, e invoqué mi intuición. Y ésta, como siempre, me respondió al instante sugiriéndome que leyese las palabras sobre las que la mosca caminaba. Y, con verdadero asombro y gratitud leí lo siguiente: “A ningún hijo varón de nuestra familia se le permite vivir más allá de la segunda siembra” 
   ¡Se trataba de un recordatorio! En un instante, recordé a aquella persona condenada a muerte y la necesidad y urgencia de redactar el documento pidiendo su indulto. Dejé el libro sobre la silla, subí a mi ordenador y redacté y envié la petición urgentemente. Y me sentí avergonzado por que una mosca hubiera tenido que recordarme algo tan elemental como intentar salvar la vida de un hombre.
   ¡Comprobé, de ese modo, que toda la creación es un todo único, que a todos nos atañe el dolor de cualquiera, que los animales y los hombres, los ángeles y los arcángeles (espíritus grupo de los animales) miran por nosotros incluso con más amor que nosotros mismos. 
   Y agradecí al espíritu grupo de las moscas el inmenso favor que me acababa de hacer. Y le prometí firmemente no volver a asustar a ninguna de sus criaturas. 

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EPÍLOGO (Siete días más tarde) 

   Acabo de ver en la televisión el anuncio de la inmediata ejecución del condenado cuya vida quisimos salvar la mosca y yo. Una inyección letal la truncará. Algo se ha roto dentro de mí. Pero me queda la esperanza – remota pero esperanza - de que el cuento de arriba no se pierda en el olvido y algún lector, en algún momento y en algún lugar, haga suyo el mensaje y lo transmita. Y cunda. Y llegue un día en que nadie más se atreva a quitar la vida a un hermano. La mosca y yo se lo agradeceremos, aunque ya no estemos aquí.

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EPÍLOGO DEFINITIVO ((tres días después) 

      Hoy he llorado de nuevo. Pero esta vez de alegría, de gratitud y de felicidad. Cuando imaginaba a nuestro desgraciado hermano víctima de la justicia humana, la televisión de hoy nos ha obsequiado con la noticia: ¡el gobernador del estado, a última hora, le ha conmutado la pena de muerte por la de cadena perpetua! Ha triunfado, pues, la justicia divina. Y, tanto la mosca como yo, podemos sonreír porque nuestro diminuto esfuerzo no fue en vano. ¡Gracias, Dios! 

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domingo, 17 de mayo de 2015

Los doce trabajos de Hércules


LOS DOCE TRABAJOS DE HÉRCULES 
por Francisco-Manuel Nácher 

INTRODUCCIÓN 

      1.- El estudio y la reflexión sobre esta hermosa narración de la mitología griega es uno de los más apasionantes y completos que puede acometer cualquier estudiante de lo oculto. Porque no deja sin tocar ninguna fase de la vida del aspirante y hasta lo vincula con actividades cósmicas. Su temática es tan inclusiva, que todos nosotros podemos aplicarnos los experimentos y pruebas, las derrotas y logros de esta heroica figura que se esforzó, siglos atrás, hacia la misma meta que perseguimos nosotros.
     Hércules representa al encarnado y aún no perfeccionado Hijo de Dios que, con determinación, toma en sus manos la naturaleza inferior y voluntariamente la sujeta a la disciplina, lo que producirá finalmente la manifestación de su interna divinidad. Y, de un descarriado pero sinceramente fervoroso ser humano, conocedor inteligente del trabajo que tiene que realizar, resultará un Salvador del Mundo. 
     En los doce trabajos de Hércules, están representados, pues, el Sendero del Discipulado y las experiencias preparatorias para el gran ciclo final de la Iniciación,

    2.- Podemos definir el Discipulado como la etapa final del Sendero de la Evolución, o como el período en el cual el hombre llega a ser definidamente autoconsciente y, libre y sabiamente, se compromete a imponer la voluntad del espíritu (que es esencialmente la voluntad de Dios) sobre su naturaleza inferior. Ese objetivo se puede alcanzar en dos formas: Puede ser el resultado de un lento y seguro crecimiento evolutivo, bajo las leyes de la naturaleza, ciclo tras ciclo, hasta que gradualmente el Dios oculto pueda ser visto en el hombre y en el universo; o puede ser el resultado de la aplicación sistemática de la disciplina, por parte del aspirante, produciendo un más rápido desarrollo del poder y la vida del espíritu.
    Es un proceso de depuración, de sublimación y de transmutación, llevado a cabo progresivamente, hasta que se alcanzan los Montes de la Transfiguración y de la Iluminación. Los misterios ocultos y las fuerzas latentes en los seres humanos, necesitan ser descubiertos y requieren ser utilizados de una manera divina y de acuerdo con un divino propósito, inteligentemente comprendido. Cuando se hace así, el discípulo se halla en armonía con el universo.

    3.- Investigaremos la historia de Hércules a medida que pasaba por los doce signos del zodiaco. Comprobaremos que, en cada uno de ellos, expresaba sus características y lograba algún conocimiento nuevo sobre sí mismo. Y, a través de ese conocimiento, demostraba el poder del signo y adquiría los dones que el mismo confería. En cada uno de los signos lo encontraremos venciendo sus tendencias naturales, controlando y gobernando su destino, y demostrando que las estrellas inciden y nos tientan, pero no nos dominan.
    A medida que estudiemos la historia de Hércules y lo sigamos a lo largo de sus doce trabajos, recorriendo el gran zodíaco de los cielos, nos aproximaremos a aquél desde dos ángulos: el del hombre común, aún no despertado a la vida real, y el del aspirante individual; y aún, el de la humanidad en su conjunto. Porque, ahora que el hombre ha desarrollado su mente y coordinado sus aptitudes mentales, emocionales y físicas, ha agotado los intereses del mundo fenoménico y está empezando a buscar una salida a un reino más amplio de conocimiento.

   4.- Cada uno de nosotros somos un Hércules en embrión, y hemos de enfrentar idénticos trabajos; tenemos todos la misma meta que lograr y el mismo círculo del zodiaco que abarcar. El trabajo a realizar tiene como objetivo principal la eliminación de todo temor y el control de las fuerzas naturales de la naturaleza humana. Porque las características del hombre, inmerso en la forma de la vida y bajo la regla de la materia, son: temor, individualismo, rivalidad y codicia. Que han de dar lugar a la confianza espiritual, la cooperación, la conciencia de grupo y la carencia de egoísmo. 
  En realidad, la historia de Hércules es también la historia del Cristo Cósmico, crucificado en la Cruz Fija de los cielos; y la historia del Cristo Histórico contenida en los Evangelios; y la historia del Cristo Planetario, crucificado en el planeta; y es la historia del Cristo Interno, crucificado en la cruz de la materia, y encarnado en cada ser humano. Dios encarnado en materia. Ésta es la historia de nuestro sistema solar, la historia de nuestro planeta, la historia del ser humano. 

 5.- Para este estudio, deberemos tener in mente cuatro pensamientos fundamentales, a saber:
  a.- La naturaleza manifiesta energías invisibles a través de formas visibles. 
  b.-Detrás del mundo objetivo de los fenómenos, humano o solar, pequeño o grande, orgánico o inorgánico, hay todo un mundo subjetivo de fuerzas que es responsable de la forma exterior. 
 c.- Todo lo exterior y tangible es un símbolo de las fuerzas creativas internas. 
 d.- Un símbolo es una forma exterior y visible de una realidad interior y espiritual. 

  6.- Hemos aprendido mucho sobre la vestidura externa de Dios a través de la física, la química, la biología y otras ciencias, pero en una región donde todo aparece como hipótesis e inferencias. Lo único que sabemos con seguridad, tras la fisión del átomo, es que todas las formas son aspectos de la energía; que hay una acción recíproca y un impacto de energías sobre nuestro planeta; que el planeta mismo es una unidad de energías, compuesta por multitud de unidades de energía, y que el hombre mismo es también un manojo compuesto de fuerzas y se mueve en un mundo de fuerzas. Hasta aquí nos ha conducido la ciencia, y es donde el astrólogo, el ocultista, el idealista y el místico también se reúnen y atestiguan una Deidad oculta, un Ser viviente, una Mente Universal o una Energía Central, como quiera llamarse. 
  En el paso del sol a través de los doce signos del zodíaco, podemos ver la maravillosa organización del plan, el enfoque de las energías y el crecimiento de la tendencia hacia la divinidad. Ahora, por fin, en el siglo veintiuno, lo objetivo y lo subjetivo se han tornado tan estrechamente mezclados y fundidos que es casi imposible decir dónde empieza el uno y termina el otro. El velo que ocultaba a la Deidad se está volviendo transparente y el trabajo de los que han logrado conocimiento está enfocándose en llevar a la humanidad al Sendero del Discipulado, entrenando a muchos de los más avanzados para que puedan llegar a ser los conocedores e iniciados de la nueva era. 
  El despertar del hombre toma la forma de un autoconocimiento que, cuando es verdaderamente alcanzado, capacita al hombre para descubrir que la Deidad oculta en el universo es idéntica en naturaleza, aunque bastante mayor en grado y conocimiento, a la Deidad oculta dentro de sí mismo. El hombre, entonces, puede convertirse conscientemente en Espectador u Observador. Y dejar de identificarse con el aspecto material, para usarlo sólo como medio de expresión. 
  En esa situación, el hombre se ve desgarrado en dos direcciones: El hábito lo tienta a identificarse con la forma, mientras la nueva comprensión lo impulsa a identificarse con el espíritu. Entonces se inician una reorientación, y un esfuerzo nuevo y autodirigido, representados para nosotros en la historia de Hércules. En el momento en que la altura intelectual se ha logrado, el "Observador Silencioso" despierta a la actividad y Hércules empieza sus trabajos. 
   7.- Relata la biografía de Hércules - compuesta de toda una serie de símbolos muy sugestivos pero en los que no podemos detenernos ahora – que, el día antes de que el rey Amfitrión regresase a su casa, tras una guerra victoriosa, Zeus, tomando la apariencia de aquél, pasó la noche con la esposa del mismo, Alkmene. Aún estaba amaneciendo cuando Amfitrión, llegado al hogar, hizo lo propio.         Alkmene, pues, dio a luz, primero a Hércules y, con una noche de diferencia, a Ificles. El primero, hijo de Dios aunque mortal. El segundo hijo de mortales. 
  Queriendo Zeus conceder la inmortalidad a su retoño, una noche ordenó a Hermes que lo sustrajese de su cuna, lo subiese al Olimpo y, mientras su esposa Hera dormía, lo acercara a uno de sus senos para que Hércules mamase su leche. Hércules, al notar el tibio contacto del pezón, comenzó a chupar, pero lo hizo con tal fuerza que Hera, despertándose, lo rechazó. Y el chorro de leche que se derramó formó la Vía Láctea. 
  Zeus no descuidó la educación de Hércules y le dio por maestros a los mejores educadores. Antes de los 18 años ya medía dos metros y medio y tenía una fuerza extraordinaria. Por entonces comenzó sus hazañas, la primera de las cuales fue la siguiente: 
  En el Kitairón, montaña entre Ática y Beocia, había un león que estaba acabando con los rebaños, tanto de Amfitrión como del rey Tespios, de Tebas. Deseando cazarlo, fue Hércules al país de Tespios en cuyo palacio se hospedó. Todos los días salía al alba en busca del león y volvía, ya de noche, tras haber caminado toda la jornada. Cincuenta días transcurrieron así hasta que, al fin, pudo matarlo con sus propias manos. Desde entonces adoptó la piel de aquel leon como vestimenta.
  En Delfos, recibió de Apolo el nombre de "Hércules" que le ha hecho célebre, en sustitución de su nombre anterior "Alkaides", derivado del de Alkaios, su abuelo. Y recibió también el mandato – como penitencia por un error cometido – de ir a Tirinto y ponerse a las órdenes del rey Euristeo durante doce años. Fue entonces cuando Euristeo (símbolo del Maestro), por inspiración de Hera, le impuso al héroe los doce célebres trabajos que vamos a considerar en estas dos conferencias. 
  8.- Anticipándonos un poco a lo que vamos a estudiar, diremos que:
  En lo que al aspirante concierne, en los cuatros primeros signos zodiacales, prepara su equipo y aprende a utilizarlo. En Aries, se aferra con fuerza a su mente y busca inclinarla a su necesidad, aprendiendo el control mental. En Tauro, “la madre de la iluminación", recibe su primer destello de esa luz espiritual que crecerá, cada vez más brillante, a medida que se acerca a su meta. En Géminis, no sólo aprecia los dos aspectos de su naturaleza, sino que el aspecto inmortal empieza a acrecentarse a expensas del mortal. En Cáncer, logra su primer contacto con ese sentimiento más universal, que es el aspecto superior de la conciencia de la masa. Equipado, por consiguiente, con una mente controlada, una capacidad de registrar la iluminación, una facultad para hacer contacto con su aspecto inmortal y para reconocer intuitivamente el reino del espíritu, está listo ahora para el trabajo mayor.
  En los cuatro signos siguientes, los signos de la lucha del plano físico por la realización, el individuo autoconsciente se conoce a sí mismo como el individuo en Leo, el Cristo potencial en Virgo, el aspirante esforzándose para equilibrar los pares de opuestos en Libra, y el que vence a la ilusión en Escorpio.
   Estos son los cuatro signos de crisis y de enorme esfuerzo. En ella toda la iluminación, la intuición, y el poder del espíritu del cual Hércules, el aspirante, es capaz, son  utilizados al extremo. El espíritu logra individualidad, en Leo; se vuelve el que alimenta las ideas y las capacidades potenciales, en Virgo; oscila violentamente de un extremo al otro, en Libra; y está sujeto al efecto disciplinante del mundo de la ilusión y la forma, en Escorpio. Los últimos cuatro signos, son los de la realización. El aspirante ha trabajado en el mundo del espejismo y de la forma, y su conciencia está libre de sus limitaciones. Ahora puede ser el arquero en Sagitario, yendo directamente a su meta; y puede ser la cabra en Capricornio, escalando el monte de la Iniciación; y puede ser el Servidor del Mundo en Acuario, y el Salvador del Mundo en Piscis y, en estos cuatro signos finales, demostrar los beneficios logrados y los poderes desarrollados.
   No hay triunfo para el aspirante hasta que no ha transmutado el instinto en intelecto y el intelecto en intuición, ni hay correcto uso del intelecto hasta que la intuición es puesta en juego, interpretando y extendiendo el intelecto y aportando la realización. Entonces el instinto se subordina a ambos.

    9.- El Padre Espíritu y la Madre Materia se juntan en el hombre, y el trabajo del discípulo es remover los lazos de la madre y, así, responder al amor del Padre.
   Esta dualidad se pone también de manifiesto en el hecho de que él era uno de los gemelos. Nosotros leemos que un gemelo nació de un padre terrenal y el otro era el hijo de Zeus. El aspirante es también consciente de los dos aspectos que se hallan en su naturaleza. Existe la bien desarrollada y altamente organizada personalidad a través de la que se expresa habitualmente (mental, emocional y física), con sus tres partes coordinadas en una integrada unidad. Luego, está la naturaleza espiritual, con sus impulsos e intuiciones, su constante inclinación hacia las cosas vitales y divinas, y la consecuente lucha interior que resulta de esta dualidad comprendida. Hércules, pues, era el discípulo, viviendo en un cuerpo físico, pero capaz, a veces, como San Pablo, de ser “llevado al tercer cielo", y tener trato con los seres divinos. En esta condición, tuvo visión del Plan, supo lo que tenía que hacer y percibió la realidad de la vida espiritual.
   Este sentido de dualidad es la primera etapa de la experiencia espiritual e ilumina los pensamientos de todos los grandes aspirantes y  místicos del mundo. Recordemos cómo San Pablo exclama mientras lucha con el problema: Lo que quiero hacer no lo hago y, en cambio hago lo que no quiero hacer

  10.- Habiendo alcanzado su crecimiento y sido entrenado en todo lo que el mundo podía darle, se nos dice después que Hércules mató a sus maestros. Con ello se nos está diciendo que había alcanzado el punto en que podía basarse en sus propias conclusiones, conduciendo su propia vida, y manejando sus propios asuntos. Y se le hacía necesario librarse de quienes buscaban supervisarlo; tenía que desprenderse de la autoridad y salir a encontrar su propio camino y hacer sus propios contactos con la vida. 
  Mató igualmente a sus hijos y a sus amigos y a todo el que estuviese conectado con él. Éste es ese estado insano común a todos los que empiezan el Sendero del Discipulado, en el cual una malsana conciencia sacrifica a todos y a todo al desarrollo del espíritu individual. Esta es una de las faltas más comunes en los aspirantes. 
   En la historia de Hércules no se nos cuenta lo que él dijo sino sólo lo que hizo. Porque el derecho a hablar hay que ganarlo, primero, con los actos. 
  Antes de que diese comienzo a sus doce trabajos, los dioses quisieron pertrecharlo para ello. Y se nos dice que Minerva le dio una túnica, símbolo de la vocación; Vulcano le dio una coraza de oro, que capacitaba al aspirante para emprender los doce trabajos y seguir adelante sin amedrentarse. De Neptuno, el dios de las aguas, recibió dos caballos, la naturaleza emocional, que representan la capacidad de ser arrebatado, ya sea por una línea de pensamiento o por una reacción emocional. Esta naturaleza emocional, cuando es usada correctamente y subordinada a los propósitos de Dios, es una de las más grandes posesiones que el discípulo tiene. Con la ayuda de Neptuno y los rápidos corceles, Hércules podía estar en contacto con la esfera más distante en la cual podían ser ejecutados sus trabajos. Equipado, por lo tanto, con vocación, energía espiritual y sensibilidad, el obsequio de una espada que vino de Mercurio, el mensajero de los dioses, es de profunda significación, pues la espada es el símbolo de la mente que divide en pedazos, separa y destruye. A través de su uso, Mercurio agrega a los otros dones conferidos a Hércules, el del análisis mental y la discriminación. Y se nos  termina diciendo que Apolo, el mismo Dios Sol, se interesó por Hércules y le dio un arco de luz y una flecha, simbolizando la capacidad de ir rectamente a la meta; símbolo también de esa penetrante iluminación, que como una flecha de luz podría iluminar la oscuridad de su sendero cuando fuera necesario.
   Así equipado, Hércules permanece listo para el gran esfuerzo. Y cuando todos los dones habían sido concedidos y él permanecía con su divino equipo, tuvo lugar la más sorprendente reacción por su parte: se alejó un momento, se internó en el bosque y regresó con un garrote que había cortadoPorque, aunque todos los presentes divinos eran muy hermosos y magníficos, él no sabía aún cómo usarlos y prefería abrirse camino sólo con lo que sabía y podía usar

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Trabajo 1. 
Capturar las Yeguas Devoradoras de Hombres, de Diómedes (Aries, 21 Marzo - 20 Abril) 

         1.- El Primer gran Portal del gran Zodíaco se abrió: Y Hércules recibió la siguiente orden: 
             - Ve y captura esas yeguas malignas y detén sus hechos. Libera a esa tierra y a sus habitantes. 
               Fue el primer trabajo que Euristeo encomendó a Hércules: capturar las yeguas de Diómedes.
           Diómedes, hijo de Marte, criaba en su reino las yeguas negras de la guerra, en los pantanos del mismo. Eran salvajes y feroces y todos las temía, pues mataban a los hijos de los hombres, asolaban las cosechas y engendraban continuamente caballos igualmente malignos y feroces. 
              Hércules le dijo a su amado amigo Abderis, que siempre le acompañaba: 
             - Ayúdame en este trabajo.
            Abderis así lo hizo. Y ambos se enfrentaron a la tarea juntos. Planearon su estrategia, siguieron a los caballos a lo largo de las praderas y los pantanos hasta que, al fin, lograron encerrarlos en un lugar del que no podían salir. Y entonces les trabaron las patas.                 Hércules, orgulloso de haberlo logrado, se consideró demasiado importante para terminar personalmente el trabajo, así que,.mientras él seguía adelante, le dijo a Abderis:
             - Abderis, ve y lleva las yeguas a través del portal.
          Pero Abderis no era como Hércules. Abderis era débil. Y temía a los caballos. Y éstos se le escaparon y lo agredieron y lo patearon y lo mataron. Entonces, Hércules tuvo que tragarse su orgullo y repetir, esta vez solo, todo el trabajo, mientras su amigo yacía muerto, y conducir las yeguas a través del Portal, mientras Abderis yacía muerto.
             Los pobladores de la región aclamaban a Hércules como su salvador, cuando pasaba por los pueblos. Pero Abderis estaba muerto. 
             Al llegar al Portal, el Maestro dijo:
            - Has llevado a cabo el primer trabajo. Pero mal. Aprende la lección y pasa a otro servicio. 
      
             2.- Desde el punto de vista cósmico, Aries es el signo de la Creación. Es el signo de los comienzos. En la evolución humana, marca el punto en el que se inicia la conciencia subjetiva de la existencia, en comienzo de la senda de la experiencia. 
            Aries es el signo del poder evolucionante emanado de Dios y del hombre, que es un hijo de Dios. Y ese poder fluye hacia dentro del mundo, hacia la materia, produciendo las formas, y hacia el mundo del ser o del espíritu. El primer flujo se expresa a través de las formas en el sendero del descenso, externo; y el otro representa el sendero de retorno, interior. Y ambos, juntos, completan el recorrido de la evolución toda. 
          En Aries se inicia el camino en el que se toma forma y se aprende a dominarla. Pero también se inicia el desarrollo interior y el dominio de lo interno sobre lo externo. Las características de este período son: reorganización, repolarización, reorientación y regeneración. Todo ello, todo el recorrido depende de la atención mental que el ser divino y humano, que es el hombre, le dedique.               Durante millones de años, esa fuerza vital se ha usado para satisfacer deseos. Pero, con el tiempo, durante una serie de recorridos por todo el zodíaco, el atractivo de la materia va desapareciendo hasta que, una vez, precisamente en Aries, nace una nueva visión, un nuevo objetivo. El hombre que es, a la vez, un hijo de Dios, ha descubierto su naturaleza dual y desea abandonar su aspecto material para empezar a dejarse influenciar por su aspecto espiritual.
            Y se ve en la necesidad de aprender a usar su fuerza vital, ya no con una finalidad egoísta, sino desinteresada y altruista. 

          3.- Aries rige la mente. En Aries está la fuerza que construye, con la materia, la forma exterior y visible, que se convertirá en la prisión del espíritu. Más adelante, ese espíritu individual pasará a sentirse integrado en una masa cuando pase por Cáncer y a considerarse un hombre en Leo. Luego, en Escorpio, alcanzará la máxima densidad y, por fin, en Piscis, la forma morirá.
           En Libra, el signo opuesto a Aries, habrá alcanzado el espíritu el equilibrio y la armonía entre sus dos aspectos, como consecuencia de las experiencias acumuladas durante su recorrido por los cinco signos intermedios. 
               Aries rige la cabeza y, por tanto, es el signo del pensador y un potente signo mental. 
            El aspirante espiritual da comienzo a su trabajo consciente cuando se convierte en un pensador y toma en sus manos su propio destino, gracias al conocimiento adquirido con la mente. 
             Los caballos negros simbolizan la mente inferior, fábrica de ideas falsas y conceptos errados. Representan la polaridad femenina de la mente como creadora de conceptos, ideas y teorías. Ideas que, luego, se lanzan al mundo, devastándolo y destruyéndolo cuando surgen de la mente inferior, pero construyéndolo y salvándolo cuando proceden del espíritu. 
           Por eso, el caballo blanco representa la mente iluminada del hombre realmente espiritual. 
            Es de notar que, siendo Marte el regente exotérico de Aries, Hércules inició este trabajo como militante, guerrero y líder. La yeguas eran de Diómedes, hijo de Marte. Pero, como el regente esotérico de Aries es Mercurio, el que “ilumina la mente y media entre el espíritu y la personalidad”, por eso Hércules pudo realizar su trabajo. 

        4.- Conviene, para la mejor comprensión de los trabajos siguientes, tener claros cuatro conceptos: 
          a.- Dios. Que es la suma de todas las formas, de todos los estados de conciencia y de toda la vida energizante.
             b.- Sexo: Que es la vida en actividad que atrae a la materia y al espíritu; la atracción entre espíritu y materia; el deseo; la tendencia a la creación.
           c.- Ley: Que es el conjunto de hábitos nacidos de la eterna acción recíproca entre materia y espíritu, los dos polos opuestos, y que el hombre conoce como leyes naturales; el efecto de la incidencia de la voluntad divina sobre la forma; el reconocimiento de ese efecto por el hombre. 
            d.- Pecado: Que es la rebelión de la unidad contra el todo; de la individualidad contra el grupo; el egoísmo frente al interés universal. 

            5.- Ahora podemos comprender fácilmente el significado de este primer trabajo:  Hércules había de empezar a adquirir control sobre la mente en el mundo del pensamiento. Durante miles de años, las yeguas (que representan a la mente inferior) habían estado produciendo negros caballos agresivos y dañinos, es decir, pensamientos erróneos, juicios equivocados e ideas falsas, que habían devastado la región, es decir, la tierra. 
          Y una de las primeras lecciones que todo aspirante ha de hacer propia es la de convencerse del enorme poder que poseen sus pensamientos y, por tanto, el enorme daño que puede hacer con ellos entre los más próximos, entre sus amigos y en el medio ambiente, mediante esas yeguas madres marcianas que, una vez fecundadas, siguen devastando la región. Ha de aprender, pues, a usar correctamente su mente y no dejarla engendrar más caballos guerreros y agresivos. Porque el egoísmo, la falta de bondad, el amor a la murmuración y a la crítica, constituyen gran parte del contenido de su pensamiento; y las yeguas madres de su mente están constantemente siendo fertilizadas por el egocentrismo y la ilusión. Estas yeguas madres, en lugar de dar nacimiento a ideas y conceptos originados en el reino del espíritu, y en vez de ser fertilizadas desde el reino espiritual, se convierten en madres del error, la falsedad y la crueldad, que tienen su origen en el aspecto inferior de la naturaleza humana

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Trabajo 2 
Capturar el Toro de Creta Tauro
 (21 de Abril - 20 de Mayo) 

                  1.- El segundo Portal se abrió de par en par.
           Euristeo mandó llamar a Hércules y le dijo que debía capturar el toro sagrado que el rey Minos de Creta poseía, y llevarlo desde la isla a la tierra firme. No le dio más instrucciones. 
             Hércules buscó primero y persiguió después al toro sagrado, guiado por la estrella luminosa que brillaba sobre su frente. Así lo siguió hasta su refugio y él sólo, lo capturó y lo condujo hasta la costa, montado en él a horcajadas y, luego, a través de las aguas del mar, que separaban a Creta de la tierra firme, hasta la ciudad de los cíclopes.

                2.- De acuerdo con la ley universal, Hércules ha iniciado su segundo trabajo en el plano mental. 
               Porque, en la ejecución de cualquier plan creador, primero es el impulso del pensamiento y, luego, el del deseo. Primero el estado de conciencia mental y, luego, el de la sensibilidad, que se desarrolla en el mundo del deseo.
       En este trabajo, hay que comprender perfectamente el funcionamiento de la Ley de Atracción, que relaciona al que construye la forma (el espíritu) y la forma misma, o sean, el polo positivo y el negativo, el Yo y el no yo, el macho y la hembra, etc. Y aprender el uso correcto y el control de la materia.   Así que el aspirante es probado, primero, en su naturaleza animal y sus motivaciones y, luego, en la atracción que experimenta por la materia. 
             La gran ilusión de la materia y el sexo son dos aspectos de la misma fuerza de atracción expresándose, uno, en el plano físico y el otro en el plano del deseo o emocional.

           3.- Todo aspirante tiene en el sexo un problema importante que afrontar. 
          Porque, si su mente no puede resistir la atracción del polo opuesto, se convierte en una víctima del sexo y puede llegar a ser controlado por la parte inferior de su animalidad. 
           En cambio, si conoce la finalidad y correcto uso de su fuerza creadora sexual y la posibilidad de transmutarla en palabras y escritos,  ideas y actos positivos y altruistas, entonces el aspirante se convierte en un puntal para la sociedad, porque comprende y defiende la familia y la reproducción como medio sagrado de proporcionar posibilidades de renacimiento a otros espíritus hermanos. Y construye y ayuda y progresa y beneficia a la sociedad en la que está integrado. 
           En el trabajo de Hércules, pues, el toro representa el deseo animal, es decir, todos los deseos basados en la materia que, unidos, dan lugar a la gran ilusión que produce el centrar la conciencia en algo que no es real, alejándonos de lo que lo es, que es la vida del espíritu. 
          El discípulo es una parte del conjunto humano, separada de ese conjunto y sometida a los vaivenes del deseo material. Por tanto, ese deseo, ese toro, ha de ser perseguido y dominado hasta que se pueda “cabalgar sobre él” y atravesar así las aguas de la pasión, sin peligro alguno, hasta llegar a la tierra firme. El toro, pues, ha de ser montado y conducido por el hombre, el espíritu. Y, para hacerlo, para controlarlo, hay que emplear el sentido común. Recordemos el lema rosacruz: Una mente pura, un corazón tierno y un cuerpo sano, que deben ser utilizados, los tres, como indican las leyes del lugar en que su propio destino lo ha situado.
          Si el propósito es puro y está libre de la atracción de la materia, la acción será justa y la consecuencia será una vida justa en el plano físico y en todos los planos.

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         Quizá resulte interesante aquí, en el signo de Tauro, considerar una costumbre española y su origen. Me estoy refiriendo a la Corrida de Toros: 
              Nota previa importante: El que la simbología sea perfecta y el que las corridas de toros, en su origen, en tiempos remotos y con distintas exigencias morales, fueran una representación religiosa, no cambia el hecho de que, para la sensibilidad alcanzada por la Humanidad en nuestros días, se trata de algo innecesariamente cruel y opuesto a los más elementales principios del amor y el altruismo y, por tanto, reprobable desde el punto de vista de la ciencia oculta. Pero resulta ilustrativo meditar sobre sus contenidos ocultos originarios y que han perdurado formalmente. 

         El mito de la expedición de los Argonautas en busca del Vellocino de Oro - representación simbólica del cuerpo-alma - expresa, sin decirlo, que el acontecimiento relatado tenía lugar cuando se estaba realizando el paso, por precesión de los equinoccios, de la era de Tauro a la era de Aries, y ello supuso que las religiones que habían representado a Dios por un toro (Buey Apis, toros de Asiria y Babilonia, pueblo judío antes de salir de Egipto, civilización minoica de Creta, nuestros Toros de Guisando, etc.) pretendiendo poner el acento en la virtud de la fortaleza divina, estaban pasando a destacar la mansedumbre, la bondad y la humildad del cordero, cambio que tuvo lugar entre el tercero y el segundo milenio antes de Cristo. 
           Pues bien, nuestras actuales corridas de toros tienen su origen en aquella lejana época en que el toro pasó a ser, de representante de la deidad, a representante de las pasiones, los vicios y lo negativo que el aspirante a la vida superior, en la nueva época, había de vencer a toda costa. Baste recordar al efecto la reacción de Moisés cuando, al bajar del Monte Sinaí con el Decálogo, descubrió que su pueblo había vuelto a adorar al becerro de oro, es decir, había regresado a la religión de la era de Tauro. Seguramente, en las Escuelas de Misterios de entonces, existieron las corridas de toros. 
         Vamos, pues, a extendernos sobre este asunto, muy interesante, sobre todo para los españoles, muchos latinoamericanos y algunos franceses, contando con que la “fiesta” ha sufrido muchos cambios y regulaciones pero que, curiosamente, no han hecho, sino destacar sus simbolismos.
             En realidad, una corrida de toros no es sino la escenificación simbólica de lo que supone la subida del Monte de la Evolución por el atajo de la Iniciación, sendero que escogen unos pocos, a diferencia del camino ordinario, elegido por la mayor parte de la Humanidad. Como Cristo dijo, “el camino es angosto y empinado” y “muchos son los llamados y pocos los escogidos”
               La simbología, como se comprobará, es perfecta:
        La arena, el ruedo, es la vida. El público son nuestros semejantes, el mundo, en el que hay de todo: Gente avanzada y gente atrasada, gente buena y gente no tan buena, gente que comprende y gente que exige, gente que se emociona y gente que razona, gente ardiente y gente fría... Y todos ellos presencian la corrida y hablan y  gritan y opinan y actúan e intervienen, a su manera, en el desarrollo del espectáculo. Y, al final, lo juzgan.
           La carrera del aspirante comienza como arenero: Nivelando - antes de iniciarse la corrida - la arena, la materia, es decir, limando las mayores asperezas de su carácter, eliminando los mayores defectos, los más ostensibles, los que, de persistir, harían imposible la lidia y, por tanto, el triunfo. 
           Cuando se ha dominado ese arte de eliminar los defectos más importantes, cuando ya se carece de ellos, se pasa a “mono sabio”. Entonces ya se está cerca del toro. Cierto que la actuación es mínima, pero el ánimo se va templando al ver al enemigo cara a cara y a su mismo nivel, aunque sea con la protección del picador y del caballo. 
      Adquirida la destreza suficiente, se pasa a enfrentarse directamente con las pasiones. Pero, débil aún, el aspirante les hace frente desde lejos, hostigándolas mediante una larga pica y subido en un protector caballo que antes era blanco – símbolo del Yo Superior - para ir debilitándolas poco a poco. Se aprende entonces a resistir con brazo firme las embestidas de la fiera y hasta a aprovechar su energía para debilitarla haciéndole perder fuerza. Y se nota que el cuerpo-alma o vehículo espiritual del neófito se está desarrollando, puesto que ya viste un traje de luces; aún modesto, sólo de plata, pero que ya brilla por sí mismo. A medida que progrese en el Sendero, su traje se irá enriqueciendo con nuevos destellos. 
            Dominado ese estado, se puede uno ya enfrentar a la bestia pie a tierra. Aún no de modo definitivo ni sólo en el ruedo, pero puede hostigar a sus pasiones, mirándolas de tú a tú, a su mismo nivel y sin intermediarios. Por eso el banderillero ya no espera la acometida de las pasiones. Ahora se atreve ya a salirles al paso y atacarlas y debilitarlas más aún. Y su traje es más rico y más luminoso que antes. 
         Cuando se ha logrado dominar el arte anterior, se puede uno ya enfrentar al toro sin más arma que el capote. Antiguamente el capote era color púrpura, es decir, la suma o la mezcla del azul, el color del Padre y el rojo, el color del Espíritu Santo, porque en aquella época el Hijo aún no había hecho su aparición en la Tierra. Aún la muleta conserva ese color. El capote, sin embargo, ha adoptado ya, en una de sus caras el color amarillo, el del Hijo. Con la ayuda, pues, de la Santísima Trinidad, es decir, de su triple espíritu, su voluntad, su sabiduría y su actividad inteligente, el neófito se enfrenta a sus  pasiones y aprende a detener sus envites y a desviarlas sin que le afecten.
      En un estadio posterior, muleta en mano, aprenderá a dominarlas, a burlarlas, a amaestrarlas, es decir, a "parar, templar y mandar".
            Y, cuando ya domina ese grado, armado con el estoque de la voluntad, en el momento oportuno, las matará, – como San Jorge mataba el dragón - es decir, las destruirá, las eliminará del propio carácter para siempre. 
          Y el lidiador, el aspirante, mediante la “alternativa” de un Maestro, es decir, de un ya iniciado, se convertirá también en un iniciado, en un "Maestro". Y, curiosamente, aún se les llama así, "maestros", como a los hierofantes de los Misterios. Por eso el traje del "matador" de sus pasiones, es de oro, o sea, que se ha desarrollado completamente y, como el de todos los Maestros, es luminoso y brillante. Es el "vellocino de oro" de los griegos, el "cuerpo del alma" de que habla San Pablo, el "dorado vestido de bodas", imprescindible para asistir al banquete nupcial, de que nos habla la parábola de Cristo.
       Según el nivel alcanzado por el lidiador en su evolución personal, serán las adquisiciones que su trabajo le proporcione. Y así, terminada con éxito la lidia, para un primer grado de nivel alcanzado, la consecución será el dar la vuelta al ruedo, es decir, tendrá que volver al mundo y vivir en él y mezclarse con los demás hombres. Y éstos le obsequiarán con los objetos que más estiman y se los ofrecerán, es decir, lo tentarán. Pero él, agradeciéndolos, los devolverá, es decir, no caerá en las tentaciones que, de buena o de mala fe le tiendan sus semejantes. O le increparán e insultarán y despreciarán, y él deberá saber dominar las emociones que ello le pueda producir.
        En un nivel superior de evolución, obtendrá y se le otorgará una oreja del morlaco. Lo cual significa que el iniciado habrá adquirido la clariaudiencia, es decir, la posibilidad de escuchar los sonidos de otros planos de existencia; las voces de los ángeles, denominadas esotéricamente como "el lenguaje de los pájaros"; la Sinfonía de las Estrellas, el concierto que las notas clave de todos los astros interpretan en la caja de resonancia del Cosmos y que, esotéricamente se denomina "la Lira de Apolo"; la “Voz del Silencio”, es decir, la del  Cristo Interno, que susurra permanentemente llamándonos por el buen camino.
        En un grado más arriba de progreso, recibirá las dos orejas, o sea, que habrá desarrollado, además, la clarividencia, la posibilidad de contemplar los demás planos de existencia; y será capaz de ver a los difuntos en sus vidas post mortem y a los ángeles y a los Luciferes y a todos los habitantes de los mundos superiores e inferiores al mundo físico que todos percibimos.
        En un escalón superior evolutivo, la recompensa consistirá en el rabo, lo cual significa que habrá adquirido la facultad de espantar con toda facilidad cualquier intento de cualquier habitante de otro plano que desee influenciarle, de cualquier modo que sea, y que será inmune a los pensamientos y deseos y maquinaciones ajenas que en otras circunstancias podrían afectarle negativamente. 
       Y, en un último grado de desarrollo, el premio será una pata. Lo cual simboliza la capacidad de poder trasladarse a voluntad por los distintos mundos.
     Concluida la faena, si ésta fue lo suficientemente buena, obtendrá la Liberación, representada por la salida a hombros por la Puerta Grande, lo cual significa que se ha elevado sobre el nivel medio de la Humanidad, pero gracias a ella - y por eso se apoya en los hombros de otros hermanos a los que será deudor.-, y que se ha adelantado a sus semejantes en la evolución y por ello, ya que ha sido capaz de vencer a la muerte, es decir, de adquirir la conciencia permanente, o sea, la memoria ininterrumpida entre sueño y vigilia y entre vida y muerte, traspasa a hombros de sus semejantes el Portal que conduce a la inmortalidad. 

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Trabajo 3 
Apoderarse de las Manzanas de Oro de las Hespérides Géminis (21 Mayo - 20 junio)

           1.- En ti yace la verdad. Tienes en ti una fuerza, que es la herencia de todos los hijos de los hombres que son también hijos de Dios. 
            Este tercer trabajo se da en el signo de Géminis. Y trata del trabajo en el plano físico mientras el aspirante empieza a comprenderse a sí mismo. Antes de poder trabajar en este signo, como siempre, debe haber un proceso mental, a veces muy lento y muy largo, para poder unificar, en el plano físico, el cuerpo y el espíritu.
           En este trabajo se prueba la sinceridad del aspirante. Porque en él, para lograr las manzanas de la sabiduría, hay que sentir antes un verdadero deseo de ser bueno y de investigar los aspectos de la vida espiritual y practicar la autodisciplina, la meditación y la oración. De ese modo, el devoto se transforma en un hombre activo porque el deseo hay que bajarlo al mundo de la realización. En el mundo físico es donde adquirimos experiencia. Y ésta es la prueba de Géminis. Porque las causas puestas en el mundo del pensamiento han de manifestarse aquí como realidades. También es aquí donde, mediante los sentidos, el espíritu descubre nuevos campos de conocimiento y nuevas zonas de la existencia a investigar. Es aquí donde se logra el conocimiento que, finalmente se ha de transmutar en sabiduría. Porque el conocimiento es la búsqueda del significado, mientras que la sabiduría es el conocimiento del espíritu.
          Sin la comprensión de la forma en que debe aplicarse el conocimiento, fracasamos, porque la comprensión es la aplicación del conocimiento a la luz de la sabiduría, a los problemas de la vida y a la consecución de la meta. 
           Hércules se enfrenta, pues, al desafío de juntar los dos polos de su ser y coordinar espíritu y cuerpo logrando así la unidad en que se funden los pares de opuestos. 

           2.- A Hércules se le indica el trabajo a realizar: buscar las manzanas de oro del Jardín de las Hespérides. 
           La manzana figura mucho en la mitología. En el Edén, Lucifer ofreció una a Eva que, al aceptarla, obtuvo el conocimiento del bien y del mal, es decir, la sabiduría. Es una manera simbólica de exponer la aparición de la mente y de cómo ese nuevo vehículo empezó a funcionar en aquel ser que ni era animal ni era humano.            Pero, con la adquisición de la mente llegó también la conciencia de la propia dualidad, el pensador y lo pensado, la atracción de los pares de opuestos, del espíritu, que es bueno, y la materia que es mala si no se deja dominar por aquél para expresarse a través de ella.
          Sólo se le dijeron a Hércules tres datos del problema a resolver: que había un jardín con un árbol en el que crecían las manzanas de oro; que el árbol estaba custodiado por la serpiente de cien cabezas; y que, cuando lo encontrara, encontraría allí a tres hermosas doncellas.
        Y, con esos datos, Hércules empezó a explorar el planeta. Primero fue al norte, luego al sur y al este y al oeste, hasta que encontró a Nereo. Hércules le preguntó, pero Nereo nunca daba una respuesta clara y concreta y directa, sino vagas sugerencias o insinuaciones. Por fin, le dijo la dirección en que debía buscar, lo que le hizo volver hacia el sur, es decir, retroceder en el camino ya andado. 
          En ese camino hacia el sur, Hércules encontró a la serpiente llamada Anteo, con la que hubo de luchar. Anteo era hijo de Poseidón, el dios de las aguas, y de Gea, la Tierra. Por eso, cuando Anteo estaba en contacto con la tierra, su madre, se hacía invencible. Y Hércules, como todos los discípulos, en esa lucha, tuvo que usar su mente y descubrir por qué si Anteo perdía contacto con la tierra se debilitaba. Y, cuando lo hubo descubierto, le fue fácil mantener a Anteo en el aire y vencerlo. Recordemos que también Moisés tuvo que levantar en el aire la serpiente para defender a su pueblo, atacado por serpientes venenosas. 
        Pero el aspirante a la vida superior ha de defenderse de otro peligro muy común y que hace caer a muchos candidatos por lo atractivo que resulta y que es el astralismo.
         Géminis es un signo común, es decir, variable, y es un signo de aire, es decir, mental. Y, en su búsqueda, tras vencer a Anteo, se tuvo que enfrentar al astralismo, que se ocupa de la apariencia y no de la realidad. Y por eso, su próximo encuentro fue con Busiris.
       Busiris era hijo de Poseidón, el dios de las aguas, y de una mortal. Y presumía de ser un gran maestro, de poder indicar a Hércules el camino para llegar a las manzanas de las Hespérides y de ser el depositario de la verdad. Hércules lo creyó y permaneció mucho tiempo con él, admirándolo y olvidando el trabajo pendiente. Lo aceptó como su maestro y guía. Y, cuando Busiris lo tuvo completamente dominado, lo ató al altar del sacrificio y le hizo olvidar a Nereo. Hércules, finalmente despertó de aquella sugestión, se dio cuenta de lo que sucedía y del engaño de que estaba siendo objeto, se liberó, ató en su lugar a Busiris en el altar y siguió su camino en busca de las manzanas. Esta parte de la prueba nos muestra los engaños, retrasos, desalientos y rodeos que contiene el Sendero. 
         Siguiendo su búsqueda, encontró a Prometeo, atado a una roca y con los buitres devorándole el hígado, que cada día se renovaba., así que Hércules, se desvió de su camino para ahuyentar a los buitres y liberarlo, cosa que hizo. 
            Y llegó al momento cumbre de la prueba, en el que encontró a Atlas cargando sobre sus hombros el peso del mundo. Tan impresionado quedó Hércules con el enorme esfuerzo que Atlas tenía que hacer para sostener el peso de la tierra que, conmovido, lo sustituyó en tal tarea. Y entonces se produjo el milagro: Atlas fue al Jardín de las Hespérides y, sin impedimento por parte de la serpiente de cien cabezas que las custodiaba y con la colaboración de las tres doncellas, cogió las manzanas de oro y se las entregó a Hércules que, instantáneamente, se vio liberado del peso del mundo y libre de la tarea que se había impuesto por ayudar a aquél.

        3.- El problema con el que había que luchar en el signo de Géminis era que el hombre es espíritu y es cuerpo y hay que compensar el yo inferior con el Yo Superior.
       Esa dualidad de Géminis está representada en muchas escrituras sagradas. Recordemos sino a Rómulo y Remo (matando el primero al segundo), a Caín y Abel (haciendo lo mismo), a Cástor y Pólux (uno mortal y otro inmortal) y a Ismael e Isaac (uno hijo de la carne y el otro hijo de Dios). Y recordemos las dos columnas a la entrada del templo masónico. 

         4.- Esta historia del tercer trabajo contiene, pues, la primera lección que todo aspirante debe asimilar: que no se puede aprender nada si no se ha pasado antes por los signos de Aries y de Tauro. Porque, de otro modo, se caerá en el deseo de poderes y de presumir y, por tanto, en las garras de los Busiris que prometen la verdad sin poseerla y hacen perder el tiempo y el dinero a todos. O sea, que a la realización mística hay que añadir el conocimiento oculto de la realidad. El encuentro de Hércules con Nereo resulta muy instructivo. Nereo es el símbolo del Yo Superior, el verdadero Iniciado, el Maestro. Una vez puestos en contacto, el Yo Superior se expresará como con un destello fugaz, tan huidizo que el aspirante no será capaz de asirlo.
         El Maestro, por serlo, no puede hacer el trabajo por el aspirante y es éste el que ha de encontrar el camino. A lo sumo, le dará alguna vaga insinuación, que él deberá juzgar si es sabia o no, y desaparecerá. Pero nunca le dará una instrucción directa y definitiva. 
        Hay dos razones para que los verdaderos Maestros o Hermanos Mayores sólo proporcionen un destello de pensamiento o de atención momentánea, que el aspirante ha de tener muy en cuenta: 
            Primera: El aspirante individual no es de interés personal para el Maestro hasta que haya llegado al punto de haber unido suficientemente su cuerpo y su espíritu, y sea capaz de poder ser utilizado como canal para, a su través, dirigirle pensamientos y sugerencias. A medida que esas sugerencias sean seguidas, le dará más, pero sólo en cuanto se refieran al trabajo que el discípulo ha de realizar en servicio del mundo. Hemos de tener presente esto y recordar que sólo llegaremos a maestros dominando nuestra parte mortal mediante los esfuerzos de nuestro propio espíritu, que es un hijo de Dios y ha de saber sobreponerse, poco a poco, a su hermano mortal.. 
            Segunda: Los cuerpos físicos de los aspirantes no están en condición de soportar la elevada vibración de quienes ya se han realizado. El cuerpo sería destrozado y el cerebro sería sometido a demasiado esfuerzo, si uno de los Maestros hiciera constante contacto con un discípulo, antes de que éste hubiera aprendido a conocer a Nereo como el símbolo de su propio yo superior. Cuando, por nuestros propios esfuerzos, estemos empezando a vivir como  espíritus y, cuando, por nuestro propio autoiniciado empeño, estemos aprendiendo a servir y a ser canales de energía espiritual, entonces conoceremos a Nereo más íntimamente; y, casi inevitablemente, nuestro conocimiento del trabajo que los Grandes tienen que hacer, será tan vital y tan real, que renunciaremos a nuestro propio deseo por el contacto y buscaremos sólo levantar la carga que ellos llevan.

          5.- Cuando los aspirantes hayan aprendido a olvidarse de ellos mismos para servir, y a perder de vista su egoísmo espiritual ayudando a la humanidad, podrán pasar, como iniciados, a través del Portal del Sendero que conduce de la oscuridad hacia la Luz y de lo ilusorio a lo Real.
         Hércules, el discípulo, había sentido el toque del Yo Superior, pero no lo suficiente para permanecer con Nereo. Por eso hubo de regresar hacia el sur, es decir, al mundo.
        Tuvo que luchar con Anteo, la serpiente (o gigante). Pero, esta vez, no era la serpiente del deseo, sino la de los hechizos del psiquismo inferior, que aparecen en las primeras etapas y atraen, inevitablemente, el interés de los aspirantes.
          El aspirante se interesa en la escritura automática, o aprende a sentarse y escuchar "voces" , se vuelve astralmente clarividente y clariaudiente, se une a la confusión del plano psíquico, y así cae dentro de las trampas y peligros latentes del astralismo. Y se vuelve negativo, porque está todo el tiempo tratando de oír o ver lo que no es físico. 
             De un modo u otro, pues, el aspirante que ha dejado a Nereo, se ha de encontrar con la serpiente y tendrá que luchar con ella. Como el mito lo relata, durante largo tiempo Hércules no pudo vencer pero, cuando levantó a la serpiente en el aire, triunfó.
          Los aspirantes deberían renunciar a todo interés en los fenómenos psíquicos, y a excluir, tan firmemente como puedan, el plano etérico, hasta que hayan desarrollado el poder de ser intuitivos, y de interpretar sus intuiciones por medio de una mente bien desarrollada, bien provista y bien entrenada.

         6.- La próxima etapa de la búsqueda de Hércules es igualmente aplicable a la humanidad en su conjunto. El cayó en las garras de Busiris, que pretendía ser un gran maestro. Y, durante un largo período de tiempo Hércules estuvo cautivo de Busiris sin saberlo. El mundo hoy en día está lleno de maestros; de Busiris que afirman que son iniciados, que son los custodios de la verdad, y que tienen un camino seguro y cierto de desarrollo que debe, inevitablemente, capacitar al aspirante para realizarse. Pero el verdadero iniciado es conocido por su vida y sus actos; está demasiado ocupado sirviendo a la raza, para perder el tiempo en interesar a la gente sobre sí mismo; y no puede hacer promesas más allá de decir a cada aspirante: "Éstas son las reglas; éste es el camino que todos los santos y Maestros de Sabiduría han recorrido; ésta es la disciplina a la cual has de someterte; y, sólo si tratas de resistir y tener paciencia, alcanzarás la meta." Y esto es, precisamente, lo que ofrece la Filosofía Rosacruz que, desde al principio, anuncia al estudiante que, en su seno, no hay Busiris y que cada cual ha de ser sus propio Maestro.

         7.- Hércules se liberó, como lo hacen todos los buscadores sinceros; y habiendo escapado del mundo psíquico y seudo-espiritual empezó a servir.
           Primero, se liberó a sí mismo bajo el símbolo de Prometeo, el que significa Dios encarnado, liberándolo de la tortura de los buitres de lo antiguo. Hércules se liberó a sí mismo de los buitres del deseo, que por largo tiempo lo habían torturado. Dejó de ser egoísta, y de buscar su propia satisfacción. Prometeo, el Dios interior, podría adelantarse al servicio del mundo y levantar la carga de Atlas.                  Después del sacrificio viene la recompensa, y Hércules recibió su gran sorpresa después de liberar a Prometeo. Habiendo abandonado su búsqueda para ayudar al mundo, Atlas fue en su lugar al jardín y le trajo las manzanas de oro, poniéndole en contacto con las tres hermosas doncellas, los tres aspectos del espíritu. 
       No debemos, pues, olvidar que el camino hacia nosotros mismos discurre, siempre y exclusivamente, a través de actos de amor a los demás. 

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Trabajo 4
 Capturar la Cierva de Keruneia o de Oro Cáncer 
(21 junio - 21 julio) 

       1.- Este cuarto trabajo consistió en capturar la cierva de Keruneia. Artemis había encontrado, tiempo atrás, cinco ciervas iguales y las había capturado. Sus cuernos eran de oro, sus pezuñas, de bronce y jamás habían sido alcanzadas por nadie corriendo. Su tamaño era el de los toros. Artemis utilizó cuatro de ellas para hacerse una cuadriga y la otra la dedicó a Hera y la situó en el bosque de Keruneia. Era, por tanto, un animal sagrado y nadie podía tocarla si no quería ser acusado de impiedad.
         Todo un año necesitó Hércules para capturarla, cosa que logró, al fin, en el templo de Artemisa (la Luna), donde la encerró y se la cargó a cuestas. Ello provocó que Artemisa se la reclamase. Al atravesar la Arcadia cargado con ella, se cruzó con Diana y Apolo que, a su vez, se la reclamaron también. Pero Hércules se negó a entregársela y, al acusarle ellos de sacrílego, le echó la culpa de su acto a Euristeo y siguió su camino.

          2.- A Cáncer podemos considerarlo como el último de los signos “preparatorios”. Y ello, tanto si se considera la involución o introducción del espíritu en la materia, como si se trata de la evolución o predominio gradual del espíritu sobre la materia, hasta llegar al reino humano. 
           El hombre medio, que se ha dotado de una mente en Aries y de un deseo en Tauro y luego se ha concienciado de la dualidad de su naturaleza en Géminis, penetra en el reino humano atravesando el Portal de Cáncer. 
           El aspirante, ya despierto a lo superior, por su parte, en Aries se ase fuertemente a su mente y la hace trabajar para sus intereses, aprendiendo así a controlarla. En Tauro, recibe el primer destello de luz espiritual, cada vez más fuerte, mientras se aproxima a su meta. En Géminis, no sólo percibe los dos aspectos de su naturaleza, el material y el espiritual, sino que el aspecto espiritual o inmortal empieza a crecer a costa de la parte material o mortal.

          3.- Para pasar el Portal de Cáncer hay que haber pasado antes por el estado de conocimiento animal hasta llegar al humano. Se trata de un proceso inevitable, subconsciente, potencial y ordenado por las leyes naturales. Más adelante en la evolución, habrá que pasar el Portal de Capricornio. Pero a éste se entra mediante la iniciación, que es siempre un proceso voluntario, libre y poderoso. Cáncer, pues, supone la conciencia del conjunto, de la masa, el espíritu colectivo, mientras que Capricornio representa al grupo, al espíritu Universal. 
            En Aries y en Tauro, percibimos los mundos de los contactos físicos y de las emociones; en Géminis, el mundo de las ideas convirtiéndonos en humanos. Tenemos, pues, ya instinto e inteligencia. Entonces se nos indica, mediante una iluminación momentánea, que hay más mundos que descubrir y conocer. 

            4.- Cáncer representa la mente subconsciente, la imaginación colectiva, el instinto hereditario. El hombre no evolucionado está inmerso en la masa. El aspirante, en cambio, se eleva, en este signo, por encima de la masa, a la que le suma el instinto, y empieza a desarrollar la intuición. 
              Los términos instinto, intelecto e intuición son tres distintos modos de conocimiento. El instinto es la conciencia de la materia y la vida celular. Por eso Artemisa, la Luna, que gobierna la forma material, le reclamaba a Hércules la cierva.
             Pero el hombre es racional, sabe analizar y posee una mente y esa nueva capacidad de percepción de un mundo nuevo, es lo que lo diferencia del animal que era, y le ofrece un nuevo campo de conocimiento y experiencia. Y el instinto se transforma en intelecto. El primero le informa del mundo físico y de las emociones que suscita y el otro pone a su alcance el mundo de las ideas y lo hace humano. Entonces es cuando el Maestro le dice que hay aún otro mundo, un mundo con su propio método de contacto.
          Expone el mito que, además de Artemisa, le reclamaron a Hércules la cierva de oro Apolo, el dios sol y por Diana, la cazadora celeste. ¿Por qué? Porque, así como Artemisa pensaba que la cierva era el instinto, Diana pensaba que era el intelecto y Apolo pensaba que era la intuición. Y ése es un problema que aún no hemos resuelto del todo porque, como discípulos, hemos de aprender a utilizar el instinto como Artemisa, a su estilo, y el intelecto siguiendo la  influencia de Diana, hija del sol; y, a través de él, ponernos en contacto con el mundo de las ideas y de la investigación; y, luego, llevar esa facultad al tempo del Sol y transmutarla en intuición que nos permita conocer las cosas del espíritu. 

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Trabajo 5 
Matar al León de Nemea
Leo (22 julio - 21 Agosto) 

              1.- Hércules, con todas sus armas preparadas, se situó ante el quinto Portal, ignorando qué le esperaba y preguntándose sobre su siguiente prueba y hasta dudando de su decisión de seguir o no su destino. 
            Pero su voz interior le decía: 
        - Los habitantes de Nemea necesitan tu ayuda. Están sufriendo los acosos de un terrible león. La noticia de tus hazañas les ha llegado y piden que los libres de ese azote cruel
        Y Hércules, prestando oídos a su voz interior, se dispuso a responder a esa necesidad ajena. Así que, pensando que las armas obsequio de los dioses, más que ayudarle le iban a molestar, y fiándose de las suyas de siempre, su garrote, que él mismo había fabricado, su carcaj y su arco, partió en busca del león.
          Tras una laboriosa búsqueda, vio al león. Era un hijo de Ortros (el perro hermano de Cerbero), al que Hera había situado allí para que luchase con Hércules. 
            El león estaba junto a un espeso matorral que había al borde del camino y, al ver a un enemigo que se aproximaba sin miedo, acostumbrado como estaba a que todos huyesen con sólo verlo, rugió con todas sus fuerzas. Con ese rugido, los arbustos se vieron sacudidos, los ecos del mismo llenaron la comarca y sus habitantes temblaron de miedo. Pero Hércules no se movió. Y, echando mano a su carcaj, le lanzó una flecha certera. La flecha dio en el costado del león y cayó al suelo sin haberlo herido. Hércules repitió la operación hasta que se quedó sin flechas, pero el león seguía ileso en medio del camino. Entonces Hércules, asió su garrote y se dirigió, sin miedo, hacia él. Y el león, no acostumbrado a que esto le sucediese, lanzó otro rugido y, dando un salto, desapareció entre los matorrales. Hércules corrió en su persecución, pero no lo pudo encontrar.
         Durante largo tiempo buscó al león por el monte sin éxito. Hasta que un día, de repente, escuchó un rugido que provenía de una cueva cercana. Hércules, si dudarlo, se internó en ella para enfrentarse a la fiera. Pero la atravesó y descubrió que la cueva tenía otra salida y que el león había huido por ella. Quedó sin saber qué hacer. Y, mientras meditaba cómo se las arreglaría para cazar al león, vio un montón de troncos y ramas cerca de él, así que los transportó a la entrada de la  cueva y la taponó con ellos. Y, yendo por la otra entrada, penetró y allí se enfrentó al león. Lo asió con sus propias manos y lo estranguló. Él solo, sin armas y con sus propia manos. Luego intentó desollarlo. Pero la piel del león era invulnerable y no había cuchillo ni herramienta que la pudiese cortar. Por fin, dio con la solución: las garras del mismo león. Con ellas pudo por fin arrancarle la piel y llevársela consigo como prueba de su hazaña. 

        2.- Este trabajo es el número cinco. Cinco es el número del hombre, compuesto de un espíritu inmortal y cuatro vehículos mortales: el físico, el vital, el de deseos y el mental.
          a) En Aries, el espíritu tomó para su uso el tipo de materia que le serviría para relacionarse con el mundo de las ideas. Esa materia, luego, se vistió de materia mental, agregando así, a su individualidad, la materia mental que le permitiese expresarse mejor y convertirlo en un espíritu pensador.
         b) En Tauro, contactó con el mundo del deseo, siguiendo un procedimiento similar y así entro en contacto con el mundo de los sentimientos y las emociones. Y llegó a ser un espíritu consciente.            c) En Géminis, se construyó un nuevo vehículo como canal para las energías del espíritu y de la materia, manteniendo en armonía los dos polos de su ser. Y así nació el cuerpo vital. 
        d) En Cáncer, que es el signo del nacimiento físico y de la identificación con la masa, el espíritu inmortal se manifestó en la cuádruple naturaleza, y el hombre se convirtió en el protagonista de su propia vida, vivida en el plano físico. 
         e) Pero es en Leo donde llegamos, realmente, a ser la estrella de cinco puntas, el ser que se reconoce a sí mismo como un individuo y, al mismo tiempo, como un Yo. En este signo es donde empezamos a utilizar palabras como “Yo” y “mi” y “mío.” 

        3.- La numerología nos dice que el número diez es el de la perfección y el de la consumación humana, el número de un hombre perfectamente desarrollado y manifestado. Y el número del equilibrio entre la materia y el espíritu, puesto que el uno (que es el espíritu, la polaridad positiva) junto al cero (que es la materia, la polaridad negativa), en plan de igualdad, representan el equilibrio.              Pero en el número cinco el espíritu aún no domina la materia. Es el número del aspirante espiritual, que tiene por meta someter la materia al espíritu. Y esa lucha, de momento, rompe el equilibrio del diez que, al final del recorrido, se alcanzará. 
         Y hemos de recordar que estamos aquí voluntaria y libremente y que hemos elegido elevar la materia al cielo. 

            4.- Leo es uno de los cuatro signos fijos, que forman la cruz en la que tanto el Cristo Cósmico como el Cristo individual interno están indudablemente crucificados, dificultados, impedidos de manifestarse y, definitivamente sacrificados. Veámoslo: 
             a).- En Tauro, la fuerza creadora a través del deseo, aparece en su aspecto inferior, el deseo sexual, que hay que transmutar en, o sacrificar, a su aspecto superior. 
               b).- En Leo, la mente cósmica actúa sobre el individuo como mente razonadora, y también su aspecto inferior ha de ser sacrificado y la mente del hombre ha de subordinarse a la mente universal.
               c).- En escorpio, que es el tercer brazo de la cruz fija, el amor cósmico o atracción cósmica se muestra en su aspecto inferior, produciendo la gran confusión de creer que la materia es lo importante y lo real. Por eso, en Escorpio, el aspirante está crucificado, supeditando la ilusión de la materia a la realidad del espíritu. 
             d).- En Acuario, la luz de la conciencia universal ilumina al ser humano y sacrifica la vida individual volcándola en la vida universal. 
          Se supedita así, pues, lo imaginario, lo irreal a lo real, el aspecto inferior al superior y la unidad a la suma total.

            5.- Dícese que, antiguamente, sólo existían diez signos en el zodíaco. Y que Leo y Virgo formaban un solo signo con un único símbolo. Y, si se reflexiona un poco, pronto se ve en ello el origen y la interpretación de la esfinge, del león con cabeza de mujer: las dos polaridades, positiva y negativa, el espíritu como león y la materia como mujer o madre de toda forma.

        6).- En el signo de Leo, el hombre se reconoce a sí mismo como un individuo y empieza su recorrido por el mundo de las experiencias que le han de proporcionar conocimiento. Pero también en Leo el hombre consciente de sí mismo empieza su aprendizaje para la  Iniciación. Y es en Leo donde enfrentamos la última prueba del sendero del probacionismo. Y, cuando ese trabajo lo concluimos, llega el definitivo adiestramiento para la Iniciación, en Capricornio. Porque:
          a).. En Aries, hemos aprendido el control del pensamiento.                 b).- En Tauro, hemos aprendido a transmutar el deseo. 
      c).- En Géminis, hemos recolectado las manzanas de la sabiduría y hemos aprendido a distinguir entre conocimiento y sabiduría.
         d).- En Cáncer, hemos aprendido que es necesario transmutar el instinto y el intelecto en intuición, elevándolos de categoría. 

           7.- El aspirante Hércules, en Leo, intuye con claridad lo que se le avecina porque: 
           a).- Ya sabe que el futuro depende de las causas puestas en funcionamiento en el pasado.
         b).- Y sabe que, antes de llegar a Capricornio y escalar el Monte de la Transfiguración, ha de matar a la Hidra en Escorpio.              c).- Y sabe sobre la lucha que habrá de enfrentar en los signos próximos de Virgo, Libra y Escorpio. 
         d).- Y sabe que sólo matando al león (el rey de las bestias) en su propia naturaleza, merecerá la victoria sobre la Hidra en Escorpio. 
        O sea que él, que ha salido de la masa y que ha creado su personalidad, ha de matarla, volviendo a ella y sustituyendo el egoísmo por el altruismo y subordinando el yo al todo. 
    
      8.- Resulta interesante y significativo que, en todas las escrituras sagradas, los acontecimientos más importantes tengan siempre lugar o en una cueva o en una montaña: 
         Recordemos que Jesús nació en una cueva; que la personalidad se vence en la cueva de nuestro interior; que la voz de Dios se escucha en la cueva interna; que el Cristo interno está en la cueva de nuestro corazón…       
            Y recordemos también que hemos de escalar los montes de la Transfiguración, la de la Crucifixión, y la de la Ascensión. 
         
        9.- ¿Y qué significa, en este mito, la cueva con las dos entradas, una de las cuales hay que cegar para poder matar al león?          Partiendo de que los pioneros de la humanidad poseen un desarrollo metal agudo y de que el resto de los humanos está desarrollándose mentalmente muy deprisa, la residencia de las emociones se está trasladando desde el plexo solar hasta la cabeza.            Porque tenemos en nuestra cabeza una “cueva” muy especial, que alberga la pituitaria, una de las más importantes glándulas del ser humano. Esa glándula está protegida por una estructura ósea o cuerpo pituitario, que consta de dos partes o lóbulos, uno frontal o antepituitario, que es el asiento de la mente razonadora, de la intelectualidad, y el otro, postpituitario, que es el asiento de la naturaleza emocional e imaginativa.
          Así que ese cuerpo pituitario con sus dos partes simbolizaría la cueva con sus dos entradas, en la que Hércules sostuvo su lucha. Y se nos dice claramente que, sólo cuando hubo bloqueado la entrada de la emociones (la postpituitaria), desechando hasta su familiar garrote (lo que simboliza el abandono de una vida egoísta), pudo, utilizando la otra entrada, la de la mente razonadora, someter al león de la personalidad solo y con sus propias manos.

 * * *



Trabajo 6

Apoderarse del cinturón de Hipólita
Virgo (22 Agosto - 21 Septiembre)


           1.- El sexto año de su servidumbre recibió Hércules de Euristeo la orden de traerle el cinturón de Hipólita, que era la reina de las amazonas. Ella lo había recibido de la propia Venus, diosa del amor, como símbolo del poder que ostentaba sobre sus súbditos.
               Las amazonas eran un pueblo legendario que se decía vivía en el margen izquierdo del Danubio, a las orillas del gran mar. Estaba formado exclusivamente por mujeres, y los hombres sólo hacían trabajo de esclavos y de reproductores, siendo eliminados tras cumplir su misión. Los niños eran también sacrificados apenas nacer. A las niñas se les extirpaba el seno derecho para que no les sirviese de estorbo al lanzar sus flechas, ya que las amazonas se dedicaban exclusivamente a la guerra. Descendían de Ares, el dios de la guerra, y de la ninfa Armonía.
           Sólo mujeres, pues, se reunían alrededor de su reina. Dentro del templo de la Luna celebraban diariamente su culto y hacían sacrificios a Marte.
            Acababan de regresar de su visita anual a la tierra de los hombres. Dentro de los recintos del templo esperaban la orden de Hipólita, su reina, que estaba de pie sobre las gradas del altar mayor, llevando el cinturón que le había dado Venus, la reina del amor. Este cinturón era un símbolo de la unidad lograda a través de la lucha, el conflicto, la contienda; un símbolo de la maternidad y del Niño sagrado hacia quien toda vida humana realmente se dirige.
            - Ha llegado la noticia - dijo ella - de que por su camino viene un guerrero cuyo nombre es Hércules, un hijo de hombre y no obstante un hijo de Dios, al que he de dar este cinturón. ¿Obedeceré la orden o combatiremos contra la palabra de Dios?
             Y, mientras escuchaban sus palabras y reflexionaban, se oyó una voz, diciendo que él ya estaba allí, que había venido con anticipación y esperaba apoderarse del sagrado cinturón de la aguerrida reina.

               Sin esperar, Hércules, apenas penetró en el templo, atacó a la reina. Durante la lucha, no quiso escuchar las palabras amables que ella le dirigía. Hasta que la venció, le arrancó el cinturón que ella había recibido como símbolo de unidad, amor y sacrificio y fe, y la mató. Con ello mató a la que le ofrecía lo que él pretendía. Y allí, junto a la reina muerta, horrorizado por lo que había hecho, oyó la voz del Maestro:
            - Hijo mío. ¿por qué matar lo que necesitas, está próximo y es querido? ¿Por qué matar a quien amas, la dadora de dignos obsequios, custodia de lo posible? ¿Por qué matar a la madre del sagrado niño? Otra vez advertimos un fracaso. Otra vez no has entendido. Redímete enseguida.
         Hércules se dirigió hacia las costas del gran mar, con el cinturón de Hipólita. Cerca de la costa, vio a un monstruo marino que tenía en sus fauces a la pobre Hesione. Ésta gritaba desesperada pidiendo socorro. Así que Hércules, sin pensarlo dos veces, corrió hacia el monstruo para salvarla. Pero, cuando llegó, ya la había engullido, así que, espada en mano, se introdujo en su garganta y, llegado al estómago, tomó a la doncella de la mano y se abrió camino hacia el exterior, matando al monstruo y liberándola de él. De este modo compensó el error cometido al matar a la reina de las amazonas.
           Así es la vida: un acto de muerte por un acto de vida. Y, de ese modo, los hijos de los hombres que son hijos de Dios, van creciendo en sabiduría y equilibrio y aprenden a caminar con Dios.
     Tras ello, Hércules pasó de nuevo por el sexto Portal y el Maestro, viendo esto y viendo el cinturón de la reina le dijo:
       - Tu sexto trabajo está concluido. Mataste lo que te quería y
recataste lo que te necesitaba y así los dos son uno de nuevo.
Reflexiona sobre los caminos de la vida que se reflejan en los
caminos de la muerte. Ve y descansa, hijo mío.

          2.- Se dice que Virgo es el más antiguo de los signos zodiacales.
A través del tiempo, ha habido Isis, Evas, Astartés, y otras, hasta
llegar a María. Todas ellas reverenciadas como madres del mundo.
Pero María es la única que sostiene al Niño en sus brazos. Porque en
este signo es en el que concebimos y nutrimos el conocimiento de
Cristo que, tras el período de gestación, en su signo opuesto, Piscis,
nace como Salvador del Mundo.
      
         3.- La experiencia de Virgo es, como la de Leo, una experiencia de cueva, si bien se trata de “la cueva del tiempo”, que se caracteriza. Por el calor, la quietud, las experiencias profundas y las crisis lentas y hondas.

              Todos pasamos por todos los signos pero, en el de Virgo, sus especiales energías se diversifican para generar mil nuevas ideas en todos los aspectos de la vida como el arte, el comercio, la industria y la ciencia, pero todas exigen un período de incubación, de reflexión y, luego, de lucha para imponerlas o compartirlas.

                 4.- Es interesante resaltar que las amazonas adoraban a la Luna - es decir, a la forma – y a Marte – es decir, a la guerra – y eso demuestra que, como le dijo el Maestro a Hércules, ellas tampoco habían entendido su verdadero cometido en la vida. Ellas eran mujeres, traían en su seno la esperanza de futuro para espíritus
anhelantes de renacer, pero los eliminaban si eran hombres y, además, en guerra permanente con los pueblos vecinos, mataban sin
miramiento a los que consideraban sus enemigos. De modo que las
que debían dar origen a la vida se habían convertido en adoradoras de  la muerte. Fijémonos, en cambio, en que a María, la madre de Jesús, símbolo de la feminidad perfecta, se la representa con la Luna bajo sus pies, es decir, por encima de ella, y sosteniendo en sus brazos al Príncipe de la Paz.
               Recordemos el pasaje evangélico de la mujer adúltera en Juan 8:2-11, a quien Cristo dijo, "¿Ninguno te ha condenado? Pues
tampoco yo te condeno. Vete y, en adelante, no vuelvas a pecar”.
         Puede que, de un modo sutil, Cristo estuviese diciendo algo relativo a este signo de Virgo. Y sería muy interesante reflexionar sobre el pasaje: ¿No la condenó porque los circundantes que la habían denunciado y aprehendido no se atrevieron a condenarla? ¿Estará, entonces, el que algo sea o no pecado, en manos de que lo condene más o menos gente? Hay algo especial, siempre, en todo lo relacionado con el sexo.

              5.- Virgo y su signo opuesto, Piscis, junto con Géminis y su
opuesto Sagitario forman la que se denomina “Cruz Común o
Mudable”, que es la de los que están pasando por la probación.
        En ella alcanzamos la resignación y desarrollamos la aspiración que nos prepararán para la Cruz Fija del Discipulado.
                 Cuando nuestra personalidad está crucificada en la Cruz
Mudable nos dedicamos a sus fines materiales, para que adquiramos
así la habilidad necesaria para dedicarla a fines más elevados.

              6.- Es conocido en ocultismo el llamado “pecado contra el
espíritu Santo”, que no es otra cosa que la prostitución de la energía
creadora y su utilización para fines perversos. Y éste es el pecado, el más grande de todo su recorrido zodiacal, que, en este signo, cometió Hércules. Y lo cometió cuando mató a la reina de las amazonas en vez de redimirla mediante la unión con ella, que es lo que ella le estaba ofreciendo. Pero también lo cometían las amazonas, como hemos visto antes, aunque su reina murió tratando de rectificar su error.

                7.- Hay que tener presente que, como la rueda del zodíaco la recorre el hombre ordinario en el sentido contrario al de las agujas del reloj, pero el discípulo la recorre en el sentido contrario, cuando entran en Virgo, uno lo hace a través de la vibración de Venus, pero el otro llega bajo la influencia de Mercurio.
                 Esa es la explicación de que, cuando uno tiene su vida centrada por encima del diafragma, su carta astral, calculada del modo tradicional, no resulta exacta.

                   8.- El signo de Virgo nos permite cultivar la tolerancia, la compasión y la caridad, de modo que, poco a poco, nuestra capacidad de amar se va ampliando y haciéndose más inclusiva.
               Sin embargo, lo que exige su signo opuesto, Piscis, es coraje.
Porque el espíritu del pisceano es un verdadero campo de batalla, ya que ha de obtener la liberación y la libertad no se regala, sino que se conquista.

                 9.- Hay un símbolo que representa, unificándolos, a Virgo y a su opuesto Piscis, y es la sirena. Porque, siendo la Segunda Persona de la Trinidad Amor-Sabiduría, esa dualidad es inherente a todas sus criaturas y en el mismo sistema solar.
                       La meta del nativo de Virgo consiste en tener claro que ninguna verdad es completa, ni siquiera real, si no incluye a su opuesta.

                  10.- Los principios fundamentales de este signo de Virgo que: para el hombre común se resumen en la frase: “Y el Verbo dijo: que reine la materia.”
             Pero, para el discípulo es la Virgen misma la que le dice: “Yo soy la madre y el Hijo, Yo soy Dios y soy la materia.”
        Porque fuimos nosotros mismos los espíritus que pronunciamos la primera palabra y los que descendimos al tiempo y al espacio hace eones. Pero debemos ya, si lo queremos, reconocer y proclamar nuestra identidad con ambos aspectos de Dios, la materia y el espíritu, la madre y el hijo. Pensamiento resumido por San Pablo cuando dijo: “Cristo en ti esperanza es de gloria.”


* * *


Trabajo 7
Capturar el Jabalí de Erimanto

Libra (22 Septiembre - 21 Octubre)


             1.- Había llegado el momento de iniciar otro trabajo. Pero, a medida que se avanza en la rueda, la prueba es mayor y hacen falta más equilibrio y juicio más sano y seguro.
La voz del Maestro dijo:
-Ve, hijo mío, y captura el jabalí, liberando a la región, pero tómate tu tiempo para alimentarte.
Y Hércules, que es un hijo de hombre pero también es hijo de Dios,
pasó, decidido, por el séptimo Portal, sin saber que se iba a enfrentar a una doble prueba, la de la amistad y la del valor inteligente.

             2.- De modo que, armado sólo con su familiar garrote, trepó, montaña arriba al encuentro del terrible jabalí. Le asaltaron visiones y tuvo atisbos de pánico, pero siguió adelante, subiendo decidido.
                 Inesperadamente y en plena ascensión, se encontró con su amigo Folos, miembro de un grupo de centauros, y se detuvo a hablar con él, olvidando el objeto de su trabajo. Folos le invitó a abrir un tonel de vino y a beber de él. Pero ese tonel era propiedad de todo el grupo de centauros y, según los dioses habían establecido al regalárselo, nadie podía abrirlo sin estar todos presentes y de acuerdo.
                Folos y Hércules, sin embargo, lo abrieron y bebieron hasta emborracharse. Y llamaron a Quirón, otro amigo centauro, para que participara de la juerga. Y tal escándalo organizaron que los demás centauros lo oyeron y acudieron indignados. Se entabló una batalla y Hércules, a pesar de sus experiencias anteriores y sus sabias resoluciones, mató, entre otros, a sus dos amigos Folos y Quirón.
Y, una vez más, Hércules, que era hijo de los hombres pero que era
también hijo de Dios, se convirtió en mensajero de la muerte.
               Compungido por lo que había hecho, continuó su búsqueda hasta que localizó al jabalí y lo capturó con una trampa.
                  Entonces, lo agarró por las patas traseras y, desde la nevada cumbre, condujo al jabalí caminando sobre sus patas delanteras y produciendo el jolgorio de todos los pueblos por donde pasaba.
                      Así regresó Hércules al maestro, que le dijo:

                 - Has pasado el séptimo Portal. Medita las lecciones del pasado y reflexiona sobre las pruebas, hijo mío. Dos veces has matado lo que debías amar. Aprende el por qué.

       3.- El signo de Libra ofrece muchas paradojas y extremos acusados que dependerán de si uno está recorriendo el zodíaco como el hombre ordinario, en sentido contrario al de las agujas del reloj, o lo transita como aspirante, en el sentido de éstas.
           Es éste uno de los signos más difíciles de comprender e interpretar. Es el primero que no tiene ni símbolo humano ni animal, si se hace caso omiso de la mujer que sostiene la balanza, la Justicia, a la que se representa con los ojos vendados, significando que la visión externa no es nada comparada con la intuición o visión interna, que es la que nos conduce al equilibrio y a la Justicia y, consecuentemente, a la Verdad.
             Libra es como un compás de espera, un período de silencio. Y, mientras el hombre ordinario entra en este signo a través de Escorpio, con lo que la balanza oscila salvajemente arriba y abajo, el hombre más avanzado, que ya tiene la conciencia crística agitándose en su corazón, entra en este sigo proviniendo de Virgo, y tiene mucho más fácil lograr el equilibrio entre materia y espíritu y entre todos los pares de opuestos.

             4.- Por eso, en este signo, aparecen como principales los
problemas del sexo y el dinero. Los dos pueden conducirnos por el
buen camino o por el malo, según el uso que de ellos hagamos. Por
eso, el sexo puede ser un sacramento, una compensación, una
recuperación del equilibrio cósmico perdido en el momento de la
separación de los sexos para la producción de cuerpos y para llevar
adelante la evolución humana, o puede ser un medio de degradarse
hasta la animalidad inferior.
           Y al dinero le ocurre lo mismo: que puede, bien usado, ser una fuente de bendiciones para los demás y para uno mismo pero, mal empleado egoístamente, puede llevarnos a la ambición, la injusticia y la crueldad más abyecta.
        Así que la balanza de Libra puede oscilar desde la prevaricación hasta la justicia; desde la parcialidad hasta el discernimiento; o desde la inutilidad hasta la sabiduría.

              5.- Se le había dicho a Hércules que se tomara su tiempo para alimentarse. Y, en vez de ello, se entregó a una orgía con vino que no le pertenecía y acabó matando a quien le había invitado. Y eso, mientras se preocupaba de no matar al jabalí y llevarlo vivo ante el Maestro.
               Ésos son los vaivenes de Libra, que hacen que la tentación
reaparezca cuando creíamos haberla dominado definitivamente.

        6.- Los dos centauros buenos que Hércules mató, son conocidos como Quirón (el pensamiento positivo) y Folos (la fuerza física). Esta prueba nos muestra la necesidad del control de la naturaleza emocional, en cualquier forma que se presente.
         Porque no se puede controlar la naturaleza del deseo por medio de la fuerza física ni sólo con el pensamiento; se puede tener éxito temporalmente, pero pronto resurge con todo su vigor inicial.
             La única manera consiste en apresar al jabalí del deseo en la montaña. Es en la cima de las montañas, como sabemos, donde se dan todas las grandes revelaciones, donde la niebla del valle desaparece y llega la iluminación.
           Hércules no usa la fuerza bruta para capturar al jabalí. Coloca una trampa, espera y permite que la bestia caiga por sí sola en ella, cuando el jabalí, acosado, tropieza y cae por los ventisqueros. Entonces él aprovecha la ocasión.
             Porque eso es típicamente libriano. El nativo de este signo tiende a evitar el enfrentamiento directo y a ahorrar energía. Nunca fuerza las cosas, sino que actúa con suavidad y constancia.

            7.- Es característico de Libra el encontrar soluciones nuevas y hacer ver lo incongruente de las cosas. Por eso tomó al jabalí por las patas traseras y lo hizo bajar del monte sobre las delanteras. Y por eso causó la risa de todos. A veces, un detalle inusitado cambia la historia.
       En este sentido se recuerda que un antiguo jefe tártaro viéndose en trance ser vencido en una batalla, hizo producir un gran incendio a espaldas de sus tropas que, sin otra posibilidad de salvar la vida, ganaron la batalla. Recordemos también a Hernán Cortés, quemando sus naves e impidiendo así el regreso a España de sus soldados que, ante el peligro de morir, no tuvieron más remedio que iniciar la conquista de México. Se cuenta igualmente de Escipión que, ante el peligro que suponían los elefantes del ejército de Aníbal y el terror que producían entre sus soldados, ordenó a sus cornetas que las hiciesen sonar todo lo fuerte que pudieran, lo más cerca posible de las orejas de aquéllos que, espantados, produjeron una matanza en las tropas enemigas. Son actitudes típicamente librianas.
           Hércules, conduciendo al jabalí del modo descrito, simboliza al cuerpo siendo conducido por el espíritu, que es una característica del hombre evolucionado.

            8.- El libriano no es nuca un extremista. Sabe que hay una
gradación entre el blanco y el negro, entre la verdad y al mentira, entre lo bueno y lo malo. Y está siempre calculando, reflexionando,
ponderando. Sabe que los que pasan por modelos entre los hombres, tienen defectos ocultos y que los depravados tienen también aspectos positivos. Y que los humildes y los modestos pueden ser la sal de la tierra. Y que los juicios mundanos pueden ser revocados por un tribunal superior. Y que la verdad tiene multitud de caras y todas participan de ella.
         Esto conduce al desarrollo del discernimiento y de la tendencia a elevarse un nivel buscando en él coincidencias entre lo que más abajo parece antagónico.
           En Libra estamos suspendidos entre el cielo y la tierra. Arriba, la belleza, la perfección, la felicidad; abajo la podredumbre, la mentira, la muerte. Arriba los hermosos ideales. Abajo su olvido y su descrédito. Si descendemos, perdemos las vistas y las perspectivas de lo alto y, si nos elevamos, perdemos contacto con la realidad de aquí.  Es, por tanto, la de Libra una situación de permanente inestabilidad y duda y reflexión y maduración y, poco a poco, de síntesis, que incluye lo superior y lo inferior, lo bueno y lo malo, la materia y el espíritu y que produce la compasión.
          ¿Y qué efecto producen todas esas reflexiones en los librianos?
                En primer lugar, los atractivos de lo material disminuyen a sus ojos.
                  Además,
             Se da cuenta de que la vida no es un fin en sí misma, porque se acaba de modo inevitable y, en cambio, el hombre se engaña a sí mismo aferrándose a la vida.
            No le atrae tomar parte en la lucha por la vida, pero es sensible a quienes necesitan ayuda, aunque sabe que no la agradecerán y hasta quizás le ataquen o desprecien o insulten después de recibirla.
           Sabe ponderar la necesidad y la dosis de ayuda que debe prestar y su oportunidad.

           9.- Ese constante reflexionar y medir y pesar da por resultado el equilibrio. El libriano comprende que el mundo está sostenido por el equilibrio., Que todo está y ha de seguir estando equilibrado. Que lo que sobra por un sitio, falta por otro; que el bien hecho a alguien, revierte a su autor; que la Ley de Retribución es la justicia perfecta. Y que ese equilibrio no es algo estático, sino radicalmente dinámico, en continuo movimiento, desequilibrándose y reequilibrándose todo sin interrupción.
           Estas conclusiones hacen que el libriano utilice la persuasión,, la cortesía y la cooperación y se sienta atraído por el trabajo en grupo y los programas que propugnan la hermandad y la fraternidad. Y, cuando ha asimilado las energías de Venus, se hace sensible a las de Urano, que están representadas por la frase: “Mira. Yo hago todas las cosas nuevas.” Porque son vibraciones para cambiar lo viejo por lo nuevo, lo inútil y anticuado y cristalizado por lo útil y lo joven y lo ágil.
                Pero ese cambio no se puede hacer desde arriba. Ha de
desarrollarse en cada hombre, en la cueva de su interior y, desde allí, ir subiendo hasta cambiar la sociedad toda, expresando en ella el amor, la fraternidad, la amistad y todas las maravillas de la vida divina manifestada.
          A Libra se la denomina “la puerta abierta a la consecución” y es el signo en el que se encuentra “el sendero angosto como el filo de una navaja ”, que conduce al hombre al reino del espíritu. Y al libriano se le denomina "el maestro de la tierra de nadie".
       La gran Verdad no es que nosotros seamos espíritu sino que todo es Dios en manifestación; que todo es energía de diferentes categorías y que Cristo fue la perfecta expresión de la divinidad en la forma. Él equilibraba perfectamente el espíritu y la materia. Y ése es el trabajo que todos nosotros hemos de realizar.


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Trabajo 8
Matar la Hidra de Lerna
Escorpio (23 Octubre - 22 Noviembre)

                Y el Maestro dijo:
           -. "Junto al Río Amimona, en el antiguo Argos, está el infecto pantano de Lerna. Dentro de la fétida ciénaga vive la monstruosa Hidra, una desgracia para la región. Tiene nueve cabezas, y una de ellas es inmortal. Prepárate a combatir con ella. Y sabe que no te servirán las armas corrientes porque, si le destruyes una cabeza, le crecen dos.
               Hércules escuchaba ensimismado. El Maestro continuó:
            - Sólo te daré un consejo: Ascendemos si nos arrodillamos;
vencemos si cedemos; ganamos si renunciamos. Ve, pues, hijo del
hombre e hijo de Dios, y vence. La luz brilla ahora en el octavo
Portal.
             Entonces, Hércules pasó a través del Portal.

               2.- El hedor de la ciénaga de Lerna contaminaba toda la
comarca. Cuando Hércules se aproximó, tuvo que detenerse de lo
insoportable que resultaba. Además, sus orillas estaban formadas por arenas movedizas. Tras muchos tanteos, de día y de noche, encontró Hércules la guarida de la bestia. Estaba oculta siempre. Hércules esperaba que asomase, pero no lo hacía. Intentó usar barcas para llegar allí, pero la ciénaga impedía la navegación. Tampoco se podía llegar andando debido a las arenas movedizas. Ni servían de nada las trampas. Así que se le ocurrió untar sus flechas con brea y las lanzó dentro de la tenebrosa cueva. De repente, todo se conmovió y la Hidra salió, con sus nueve cabezas erguidas y lanzando llamas. Medía más de cinco metros de altura y su cola sacudía la tierra con violencia. Súbitamente, se abalanzó hacia Hércules para inmovilizarlo enroscándose alrededor de su cuerpo, pero Hércules la evitó de un salto y le golpeó una de sus cabezas con el garrote, destrozándola. Pero, en el acto, de esa cabeza destrozada, apenas tocó la tierra, surgieron dos tan agresivas como ella. Una y otra vez se repitió el suceso, hasta que Hércules recordó la recomendación del Maestro: Arrodillándonos nos elevamos: Así que, arrojó su garrote, se arrodilló en el lodo que le llegaba casi a la cintura y, con sus manos desnudas, la asió y la elevó en el aire. Entonces, la Hidra perdió fuerza. Dándose cuenta de ello, Hércules, se quedó de rodillas en el lodo, sosteniéndola en lo alto. Y el monstruo, tan fuerte en la oscuridad y en medio del lodo, perdió todo su poder cuando entró en contacto con la luz del sol y la caricia del viento.
                Hércules, pues, la mantuvo en el aire. Ella convulsionó
terriblemente, los cuellos de las nueve cabezas se doblaron como
marchitos y sus ojos se tornaron vidriosos y sin vida. Menos los de
una cabeza, la inmortal. Hércules, entonces, la cortó y la enterró bajo una gran roca. Empapó sus flechas en la sangre del monstruo, que era venenosa, y se encaminó de regreso hacia el Maestro.

           3.- Está magníficamente descrita aquí la vida del discípulo, que ha de sumergirse hasta las rodillas en la humanidad y ha de levantar hacia la luz y el aire del espíritu al monstruo de los males acumulados, como errores y fracasos durante su largo pasado. Las flechas luminosas que lanzó Hércules a la cueva de la Hidra para llamar su atención significan la aspiración espiritual, que despierta al monstruo dormido y hace que, todo buscador, apenas inicia el Sendero, sea víctima de tentaciones desconocidas y de problemas y desgracias inesperados.

         4.- Porque, en este signo hay que compensar todos los pares de opuestos, ya que puede ser un signo avanzado del discípulo integrado y consciente, o signo retrasado del hombre no evolucionado, como se supone casi siempre. Todo dependerá de en qué sentido esté el hombre transitando por el zodiaco.
            La Hidra de cada uno de nosotros vive en las cavernas de la
mente. Crece en el fango y la oscuridad de los rincones mentales sin
luz.. Simboliza la fuerza serpentina, que actúa en el cuerpo del hombre, bajo el dominio de Escorpio y que, si se la controla, lo
conduce hasta la Iniciación, pero si no, lo lleva a los grados más
ínfimos de la animalidad. Por eso este signo tiene dos notas clave: la
regeneración y la degeneración.

    5.- Esta Hidra terrible, alojada en los repliegues del subconsciente, suele dormitar allí por largo tiempo pero, de repente, puede explotar en un furor terrible, inesperado y desconocido. Nadie imagina que está alimentando en su subconsciente un monstruo tal, pero allí está. Y surge, una vez u otra, trastocándolo todo y produciendo mucho daño.
           Por eso es conveniente lanzarle, como Hércules, esas flechas de luz, para poder descubrirla y, una vez conocida su existencia,
combatirla frente a frente a la luz del espíritu.
           Combatir algo así que está en nuestro interior es muy difícil
incluso para un hijo de Dios. Porque, eliminada una cabeza, le crecen dos tan malignas o más. Y, eliminado un pensamiento o un deseo negativos, siempre nacen otros que los reemplazan.
           El aspirante ha de hacer tres cosas para vencer:
        - Percatarse de su existencia, lo cual requiere humildad, para
saber reconocer las propias imperfecciones de un modo objetivo.
        - Localizarla, que requiere discernimiento y búsqueda de una
técnica apropiada.
        - Sacarla a la luz y destruirla, lo cual requiere valor.
         Nos está diciendo claramente que, descubiertos nuestros bajos
deseo e impulsos egoístas que supuran en nuestra naturaleza
subconsciente, hemos de elevarlos de nivel y estudiarlos a la luz de la sabiduría, es decir, con la ayuda de la intuición, con la tutoría del Yo Superior. Es el sistema para resolver la mayor parte de nuestros
problemas: estudiarlos desde un nivel más alto donde, vistos desde
otra perspectiva, dejan de ser problemas y se vislumbra su solución,
que parecía imposible.
        El psicoanálisis y las ciencias modernas del alma han aprendido a sacar a la superficie ese monstruo, que todos nos asombramos de tener dentro, que es capaz de las mayores monstruosidades y que ha ido creciendo, reprimido, a lo largo de incontables vidas, pero que, en momentos determinados, como las guerras o las luchas sociales o políticas o familiares, sale a flote produciendo estragos. La ciencia, pues, lo saca a la superficie, pero es incapaz de aportar soluciones para dominarlo o reconducir sus energías.
         La cabeza cercenada y enterrada bajo una roca significa que toda la energía generada por el problema queda, una vez resuelto éste, perfectamente utilizable para fines positivos, a disposición de la roca de la voluntad. Vale, pues, la pena, descubrir esa joya en nuestro yo inferior, pues es una fuente de poder.

         6.- Cada una de las nueve cabezas de la Hidra representa uno de los problemas que suelen acosar a quien pretende el dominio de sí mismo. Estos nueve problemas, o cabezas o facetas de las tendencias negativas ocultas, que han producido indecibles estragos entre los hijos de los hombres desde el principio de los tiempos, y que el Hércules que hay dentro de cada uno de nosotros ha de redirigir y transmutar en sus equivalentes positivas, son las siguientes:

        A).- Tres apetitos que son:
       
         a).- El sexo
Los problemas que surgen del abuso de la energía creadora,
conocida como sexo, atraen nuestra atención por todas partes. Pero, si nos dominan, llegamos hasta la animalidad. Y, si los dominamos y alquimizamos la energía sexual, podemos convertirnos en superhombres.
              La ciencia sabe que la energía de la materia contenida en los alimentos la convierte nuestro organismo en movimiento, y sabe
convertir el calor en movimiento y éste en electricidad. Pero aún no ha llegado a transmutar la energía de las emociones y los deseos ni la energía sexual o la del pensamiento o la de la palabra, en algo
positivo, cosa que el ocultismo sabe hacer y nos lo enseña en este
maravilloso trabajo de nuestro héroe Hércules.
         
       b).- La comodidad
            El amor a la comodidad, al lujo y a las posesiones exteriores, prevalece todavía con fuerza en la raza humana.
El hombre de hoy, prisionero de la comodidad, se sume en la
apatía, olvidando las luchas y pruebas que templan la afilada hoja del esfuerzo espiritual. La voluntad de buscar, la tendencia impulsora de resolver el misterio de la vida, es ajena a la inclinación narcisista de hacer del confort un motivo central de la vida.
       
       c).- El dinero
La búsqueda del dinero como un fin en lugar de un medio,
reduce la vida de incontables hombres y mujeres. La acumulación de dinero es una pasión dominante que yace en todas las actividades de los pueblos. Se hace caso omiso de los valores éticos y morales, en el loco esfuerzo por reunir el poder que confiere el oro. El impulso de acumular riqueza es insaciable. No importa cuánta tenga una persona, ávidamente aún desea más.
         El individuo que sufre de esta aflicción, desea muy a menudo
recibir todo y no dar nada. Se mira a sí mismo como protagonista
único de la vida del planeta y no reconoce tener la responsabilidad de compartir con otros los beneficios que ha recibido.
        Pero, como el que da todo lo que tiene, se encuentra a sí mismo más rico de lo que era antes, ese impulso de adquirir bienes materiales puede ser transmutado en el deseo de acumular conocimiento y de adquirir las joyas del espíritu.
      La tarea de destruir estas tres primeras cabezas (sexo, comodidad y dinero) continúa desafiando los poderes de la humanidad, miles de años después de que Hércules realizara su extraordinaria proeza.

            B).- Tres pasiones, a saber:

            a).- El miedo
         Los fantasmas del miedo atormentan a los hijos de los hombres. Son simples formas mentales ilusorias que los confunden y los amedrentan, actuando como grilletes en sus pies y como una piedra de molino alrededor de su cuello.
                Existen varias clases de miedo: al ridículo, al fracaso, a lo
desconocido, a la vejez, al peligro y a la muerte.
               Pero todos esos miedos pueden ser vencidos elevando la
conciencia a un punto más alto de integración. Cuando la vida de una persona se centra en un propósito superior al miedo (como el servicio altruista o la salvación de un hijo) o cuando actúa conscientemente en el momento presente, el miedo desaparece..

             b).- El odio
           El odio tiene sus raíces en la negación. Es lo opuesto al deseo de unión y, por tanto, al amor. Por eso, cuando se supera, se transforma en amor.

           c).- El ansia de poder
         El poder, cuando no está relacionado con el amor, es una fuerza corruptora. Muchas tragedias en las relaciones humanas, resultan del incontrolado deseo de dominar la verdad de los otros, de dictar y regular sus conductas. El que substituye los principios éticos por consideraciones de poder, engendra perpetua lucha. Los altos ideales que han servido como faros, a través de los siglos, la hermandad, la cooperación, el idealismo, dejan de brillar apenas mientras el poder es el factor determinante en la sociedad.
       Cuando el ansia de poder se transmuta debidamente, se convierte en el ansia de realizar y, luego, en ansia de sacrificarse por los demás. Y entonces el poder sirve al amor y el amor glorifica al poder.

            C).- Tres vicios de la mente no iluminada, a saber:

            a).- El orgullo
           Los muros construidos por el orgullo encarcelan al hombre más que los barrotes de una prisión. Sujeto por las cadenas de
pensamientos ególatras, mira con condescendecia a los demás. Y, de ese modo, debilita continuamente el vínculo que unifica a todos los hombres en indisoluble hermandad y se aleja progresivamente del círculo de las simpatías humanas.

            b).- El separatismo
       La mente analítica divide y subdivide, apreciando la parte por encima del todo. Coloca mayor énfasis sobre la diversidad que sobre la indiscutible unidad. Tal pensamiento fragmentado se opone al impulso natural hacia la síntesis.
           La actitud separatista se fija más en las diferencias entre los
hombres que en sus similitudes, y así:
          - Concibe la religión como una serie de unidades antagónicas en vez de como simples expresiones del impulso espiritual único.
          - Considera la oposición de las clases sociales como más
importante que la sencilla humanidad que hace hermanos a los
hombres.
          - Ve la tierra como una serie de naciones diferentes en vez de
cómo un mundo único.
        Las consecuencias lógicas son: el patriotismo, el nacionalismo,
el fanatismo, el integrismo, el racismo y una serie casi interminable de “ismos”, causa de una gran parte de las calamidades por las que la humanidad ha pasado y sigue pasando.
    
         c).- La crueldad
La crueldad es un testimonio de la existencia de tendencias perversas que corroen la mente. Es la satisfacción que experimentan los hombres en herir a los otros. La vida moderna ofrece muchos ejemplos de brutalidad y desenfrenada crueldad.
          En dos pruebas, como hemos visto, Hércules "mató" cuando
debería haber amado. Pero en Escorpio realizó esa transformación,
extirpando de su propia naturaleza una tendencia que lo habría
perjudicado en toda empresa futura. Y eso lo logró cuando
          - Dio entrada a la luz dentro del oscuro retiro de su
subconsciente.
          - Luchó con las fuerzas monstruosas que se revolcaban en el
fango subliminal. Y
          - Venció a los enemigos de su propia casa.
         Hércules estaba, pues, listo para aventurarse en el próximo
trabajo.

        8.- A diferencia de Hércules, nosotros no hemos triunfado sobre la Hidra. La mayoría de nosotros está ocupada con los métodos fútiles empleados primero por él en esta prueba. Individualmente, estamos tan interesados en nuestra propia evolución que olvidamos cualquier panorama más amplio, cuando deberíamos perder de vista la personalidad y empezar a funcionar como espíritus.
          Hay una ley natural que establece que todo tiene su ritmo y su momento y su cantidad. Y esa ley es la que, a veces, nos impide dar un salto hacia arriba. Aparentemente, es un problema. Pero lo sería mayor si pudiésemos, de un salto, instantáneamente, situarnos más altos de lo que nuestro estatus actual pudiera soportar. Hemos de ir avanzando paso a paso, y creciendo al ritmo apropiado. Si pudiéramos limpiar en un momento todo nuestro subconsciente y percibir, de una vez, toda la luz y la energía y la omnisciencia y omnipotencia de nuestro propio Yo Superior, ello resultaría devastador para nuestros vehículos.
          ¿Hemos, entonces, de permanecer inactivos? No. Hemos de
luchar con nuestra propia Hidra interior mediante los trabajos regulares y sistemáticos contenidos en la retrospección y la
concentración y la meditación y la oración diarias. Y así, casi sin
darnos cuenta, venceremos a la Hidra.

         9.- La prueba real de Escorpio sólo llega cuando uno funciona
como una unidad, cuando sus espíritus y sus vehículos estás armonizados y coordinados. Entonces. uno entra en Escorpio y es objeto de mil agresiones y trastornos; los deseos, que uno creía
dominados, se desbocan; el equilibrio que uno creía definitivo, se
pierde; y la mente, que uno creía que controlaba la personalidad,
parece que no funciona.
        El aspirante ha de hacer tres cosas en Escorpio:
        Primera: demostrarse a sí mismo, que la materia ya no lo
domina.
      Segunda: demostrarse a sí mismo que la materia es sólo un canal
a través del que él se pone en contacto con la manifestación divina.
      Tercera: comprender que la Personalidad (vehículos físico,
etérico, de deseos y mental) son necesarios para evolucionar y para
manifestar el propio espíritu en la tierra y para entrar en contacto con los demás espíritus manifestados del mismo modo aquí. Y que, por tanto, ha de cuidar y proteger esos vehículos y mantenerlos en el mejor estado posible de funcionamiento.
       La gran ilusión es la utilización de la personalidad para fines
egoístas.

       10.- Se dice de Escorpio que es el signo de la magia. Existe una
magia blanca, que es la expresión del espíritu por medio de la forma, y una magia negra, que es el uso de la forma para ganar lo que queremos para la forma. La magia blanca es el uso del espíritu con propósitos de elevación humana, utilizando la personalidad. La magia negra es puro egoísmo.
       ¿Y por qué es Escorpio el signo de la magia?
         Porque en Virgo descubrimos, dentro de nosotros mismos a un
Cristo que hemos ido nutriendo a lo largo de los tiempos; en Libra,
oscilamos entre los pares de opuestos, la forma y el espíritu de Cristo, hasta que logramos el equilibrio; y en Escorpio se nos prueba para ver cuál de los dos triunfará, la forma o Cristo, el Yo Superior o el yo inferior, lo real o lo irreal, lo verdadero o la ilusión. Ésta es la historia real de la prueba de la Hidra en Escorpio.


* * *


Trabajo 9
Ahuyentar las Aves de Estinfalos
Sagitario (23 Noviembre 22 Diciembre)

            1.- El Maestro, desde un lugar de paz, habló así a Hércules:
            - Hijo mío, estás ante el noveno Portal. Pasa y encuentra el
 pantano de Estinfalos, donde moran los pájaros que devastan  la zona.
Y da con el sistema para hacerlos huir de allí.
              Y, tras un momento de silencio, continuó:
               Recuerda que la llama que brilla más allá de la mente te
revelará la dirección a seguir. Adelante.

         2.- Hércules, pues, partió a realizar su noveno trabajo. Durante largo tiempo buscó y buscó, hasta que localizó el pantano. A medida que se aproximaba, un coro de infinidad de pájaros elevaban el tono de sus graznidos amenazadores. Eran pájaros muy grandes, feos y feroces. Su pico era de hierro y afilado como un puñal y sus plumas eran de acero y herían de muerte a quien alcanzaban. Y sus garras no iban a la zaga. Pero había tres que sobresalían. Eran enormes y, apenas percibieron a Hércules se precipitaron sobre él. Él se mantuvo en su lugar y, con su garrote, fue rechazando sus ataques. Logró golpear a uno en el dorso y las plumas que desprendió se clavaron en la tierra alrededor de Hércules. Luego, se alejaron.
              Hércules vio lo difícil de la situación y se preguntó cómo
alejarlos de la región. Intentó matarlos con sus flechas, pero eran
tantos que cubrían el sol y resultaba imposible acabar con ellos por ese medio. Se le ocurrió ponerles trampas, pero ni las barcas ni los pies podían atravesar el pantano y, además, tampoco hubiera sido solución por su gran número.
            Entonces, le vinieron a la memoria las palabras del Maestro: “la llama que brilla por más allá de la mente te revelará la dirección a seguir y, reflexionando largo rato, dio con una solución. Recordó que tenía un regalo de Atenea consistente en dos címbalos de bronce que, al hacerlos sonar, emitían un sonido sobrenatural, tan penetrante y aterrador que se decía que podía despertar a los muertos. Así que, al ponerse el sol, cuando todos los pájaros estaban de regreso a su morada, tapándose los oídos para no ser víctima de aquel sonido, hizo sonar sus dos címbalos. Inmediatamente, horrorizados y aturdidas por el estruendo, los pájaros huyeron formando una bandada de dimensiones nunca vistas y, graznando, se alejaron del lugar para siempre. La región había sido liberada y disfrutaba de un silencio ya olvidado. Y el sol poniente emitió su último rayo del día.
             Al regresar junto al Maestro, éste le dijo:
            - Las aves han sido ahuyentadas. El trabajo está cumplido.
Descansa ahora, hijo mío.

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           3.- Ya que estamos estudiando el signo de Sagitario, y España está regida por él, vale la pena hacer un alto para recapacitar sobre la influencia sagitariana a lo largo de la historia.
              España es un país típicamente Sagitariano. Es el centauro con dos intereses principales: la religión y el riesgo, la iglesia y los toros. Por un lado, se percibe la mente materializada y, por otro, la mente espiritualizada. En ningún sitio se ve tan claramente la naturaleza dual de Sagitario como en España.
           Los dos colores de su bandera ya indican esa dualidad: el rojo, indicando la propensión carnal, y el amarillo (oro), representando la luz y la vida del espíritu. Ambas naturalezas no pueden permanecer siempre separadas y por eso resulta significativo que, durante los gobiernos de la república se añadiese a la bandera el color púrpura. El púrpura es una mezcla del rojo (la carne) y el azul (el espíritu). Por tanto, el púrpura es el color de la paz, una paz conquistada con dolor y sufrimiento. Además, desarrolla las cualidades que lo convierten en el color de la realeza.
         El país español es uno de los más antiguos del mundo y muchas  de sus páginas son negras y siniestras. Y, como la tierra toda está siendo limpiada de sus errores kármicos, las tribulaciones de cada nación están en proporción a sus pasados pecados. En el simbolismo de los Trabajos de Hércules, los pájaros de Estinfalos están siendo descubiertos y expulsados de sus reductos ancestrales, capturados y destruidos por el “hombre sol”.
          La historia de España está llena de paradójicas dualidades: La Mística frente a la Inquisición; la lucha por la reconquista frente al descubrimiento y conquista de medio mundo; el heroísmo de un
Cortés quemando las naves o de un Pizarro con sus Trece de la Fama, frente a las crueldades denunciadas por el Padre Las Casas; la primera vuelta al mundo frente al inmovilismo del sigo diecinueve; don Quijote frente Sancho; el Lazarillo frente al Padre Vitoria y su Derecho Internacional; el absolutismo frente a las Cortes de Cádiz y de éstas, de regreso al absolutismo; la república frente a la dictadura; ahora, la democracia…

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         4.- Repasemos la historia de Hércules, el aspirante, y lo que ha hecho en cada signo hasta llegar a Sagitario:

        a) En Aries, comenzó en el plano de la mente, en su esfuerzo por capturar las yeguas devoradoras de hombres, y fracasó, porque trabajó desde el punto de vista de la personalidad y no desde el punto de vista del espíritu.
         Ahora, en Sagitario, se volvió a enfrentar al mismo problema en el plano de la mente. Y, ahuyentando las malignas aves, demostró su dominio del arma que todo aspirante ha de saber usar: el control de la mente. Porque, si sabemos controlar nuestros pensamientos, controlaremos nuestras palabras y nuestros actos. Y es imposible la Iniciación si no lo logramos antes. En Aries, pues, empezó Hércules a aprender a controlar el pensamiento.

         b) En Tauro, hubo de descender un plano y, en el del deseo, se enfrentó al problema del sexo mal entendido, que es la más baja
manifestación de la universal Ley de Atracción. En aquel trabajo
triunfó y dominó al toro, llevándolo dominado a la tierra de los cíclopes.

        c) En Géminis, empezó a darse cuenta de que él era un ser dual y de que le preocupaban dos temas, el del cuerpo y el del espíritu. Y, sobre todo, cómo armonizarlos y coordinar su acción. Ésa es la razón por la cual Géminis fluctúa en las primeras etapas.

           d) En Cáncer, tomó forma en su conciencia el hecho de que
estaba integrado en la masa humana. Para muchos, el hecho de ser
seres humanos relacionados con otros seres humanos, no entra en
absoluto en su conciencia. En Cáncer, Hércules empezó a lograr ese
punto de vista. En el momento en que uno logra eso, captura un tenue chispazo de la intuición, y empieza a ser intuitivo y ya no síquico.

         e) En Leo, donde tantos humanos estamos ahora trabajando,
Hércules se convirtió en un individuo potente, seguro de que podía
hacerlo todo incluso estando solo. El hombre cree, en esta etapa de
poder, que puede gobernar a los hombres. Pero se equivoca. Porque se cree más importante de lo que es en realidad. Y el aspirante ha de librarse del sentimiento del "yo soy". Debe identificarse con la entidad espiritual que hay detrás de todas las formas y no ocuparse por la suya propia ni por sus reacciones mentales o emocionales ni por su propia utilidad.

        f) En Virgo, Hércules se concienció, no del espíritu y el cuerpo
yuxtapuestos uno a otro, sino de que, dentro de sí mismo late el Cristo, de que la personalidad, el aspecto forma, está nutriendo un hermoso Niño. Y sus ojos se abrieron.

        g) En Libra, tuvo que lograr el equilibrio, porque no somos un
espíritu ni somos un cuerpo, sino que somos las dos cosas y las hemos de equilibrar y Libra es el equilibrio en el plano físico, de los pares de opuestos. Y Hércules los equilibró tanto que no se dio cuenta de que se estaba aproximando a la meta.
    
       h) En Escorpio, en el plano astral, se dedica uno de nuevo al
trabajo empezado en Tauro, lo completa y quita los estorbos del gran lodazal, la gran ilusión, y permanece libre con la meta clara a la vista.

      i) En Sagitario, es el arquero sobre el caballo blanco (mitad humano y mitad divino), representado también como el centauro (mitad humano y mitad animal) con el arco y las flechas.                Es un signo doble y siempre que hay un signo doble existe algún problema.
              Géminis es lo opuesto de Sagitario; Géminis es la dualidad, y Sagitario es la unidad, la personalidad unificada y consciente del
espíritu, decidida a entrar en el signo de Capricornio, donde se hace la gran transición del cuarto al quinto reino o reino espiritual.
            A Sagitario se le denomina “el efecto de Escorpio” porque, en cuanto nos liberamos de la ilusión y nos concienciamos de que somos un espíritu, entramos en Sagitario y vislumbramos la meta que, hasta entonces, la nube de formas de pensamiento que se interponía entre ella y nosotros nos impedía ver.
            Y ello porque hablamos del amor espiritual, de la devoción a
Cristo y a los Hermanos Mayores, del espíritu, de lo que hay que
hacer, de cómo hay que vivir, nos aprendemos de memoria las
Enseñanza, etc. y, sin darnos cuenta, vamos formando a nuestro
alrededor tal nube de pensamientos relativos a nuestras aspiraciones, que no vemos nada más. Pero lo procedente y necesario es dejar de pensar en lo que hemos de hacer y… ¡¡¡hacerlo!!!

           5.- Sagitario es la preparación para Capricornio. Y se le llama también el signo del silencio porque, antiguamente, los neófitos debían guardar silencio hasta que dominasen completamente la palabra y el pensamiento, única manera de entrar en el quinto reino, el espiritual, o sea, de escalar la montaña de Capricornio.
             Ésa es, pues, la lección de Sagitario: control de la palabra
mediante el control del pensamiento.
       Y, cuando se ha dejado de murmurar o de hablar negativamente,
hay que aprender también a no hablar de las cosas espirituales cuando no proceda, a “no echar las perlas a los cerdos”. Es decir, a no empeñarse en convertir a quien no está preparado ni interesado en el tema.
              El control del pensamiento y del lenguaje nos llevará
automáticamente a la inofensividad que, a su vez, nos conducirá a la liberación, a no tener que renacer más veces. Porque, lo que nos hace tener que renacer no es ninguna fuerza maligna, sino nuestros propios actos o, mejor dicho, el tener que equilibrar las consecuencias de nuestros actos.
            Si dejamos de crear relaciones erróneas con la gente, con lo que decimos o pensamos acerca de ella, hacemos imposible la actuación del karma.

          6.- Se dice que hay dos puertas cósmicas, Cáncer, la puerta de la encarnación, y Capricornio, la puerta del reino espiritual.
          Pero, antes de Capricornio hay una puerta más pequeña al pie de la colina y por la que hemos de pasar para escalar la montaña, que es la puerta de Sagitario. Pasando a través de esa pequeña puerta demostramos nuestra aptitud para usar con justicia las flechas del pensamiento. Y ésa es la gran prueba.

            7.- También se denomina a Sagitario la etapa de la crisálida.
¿Por qué? Porque, lo mismo que la oruga, cuya única actividad
consiste en comer y, tras un período de silencio, quietud y misterio en la crisálida, donde todo desaparece y se mezcla y se recombina, sale convertida en una hermosa mariposa que surca los cielos libre y alegre, el aspirante, sale de Sagitario convertido en algo nuevo,
espiritual y libre.
         Porque, en la vida del aspirante de hoy en día, que en Escorpio se desprendió de todo lo relativo a la materia, no hay nada por lo que valga la pena vivir ni suficientemente interesante para seguir luchando.  Y ése es el signo del aspirante honesto. El verdadero sagitariano es una persona muy potente porque ése es el período que precede inmediatamente al nacimiento de Cristo.

            8.- Sagitario es el espíritu de la verdad. Pero también del
sectarismo. Es frecuente eso de “he tenido una revelación”, “Dios me ha escogido” y, por tanto, impongo a los demás mi visión de la
verdad.
          Pero esa verdad es sólo un trozo de la Verdad. Y hemos de ser capaces de reconocer que hay otras ideas y otras opiniones y otras porciones de la verdad y, mientras no seamos capaces de compartir la verdad de los demás, nos será imposible poseerla.
            Por eso Sagitario es el primero de los cuatro grandes signos
universales. Porque en él vemos la verdad en su conjunto y aprendemos a disparar debidamente las flechas de nuestro arco mental.
        Se dice que en Escorpio conocemos el pecado, mientras que en Sagitario conocemos lo que es justo.
          Se dice también que los tres dones del zodíaco son: el don del
ser, que se nos da en Aries y nos permite ser conscientes de la existencia; el don de la oportunidad, que conquistamos en Leo y nos permite dedicar nuestra vida a abrir la puerta de la verdad a otros; y el don del poder, que adquirimos en Sagitario y que nace de la  comprensión de los demás, del amor universal y del recto juicio.

         9.- Recordemos que, entre todos los pájaros de Estinfalos
sobresalían tres, enormes, y de fuerza devastadora. Si comprendemos que el pantano simboliza la mente dirigida por el cuerpo de deseos, pronto identificaremos a esos tres pájaros enormes devoradores de hombres.
       Porque los aspirantes, dado que nuestras principales actividades son los pensamientos y las palabras, poseemos un gran poder de influencia y podemos causar verdaderos estragos mediante esos tres grandes pájaros que son: la murmuración, la conversación egoísta y la pretensión de “convertir” a los que no lo desean.

* * *



Trabajo 10
Matar al can Cerbero, el guardián del Hades
Capricornio (23 Diciembre 20 Enero)

              1.- El Maestro dijo:
            - Es llegada la hora de que el hijo del hombre, que es a la vez hijo de Dios, pase por el décimo Portal. Has desafiado mil peligros y mucho has logrado. Posees ya la sabiduría y la fuerza. ¿Sabrás usarlas para liberar al que sufre terriblemente en perpetua agonía?
              A continuación, el Maestro tocó suavemente la frente de
Hércules y, a su ojo interior se apareció la visión de un hombre
encadenado a una roca, que gemía mientras un buitre le picoteaba el hígado, del que salía un reguero de sangre. Luego, la visión se esfumó. Hércules permaneció quieto. Y el Maestro prosiguió:
            
          El encadenado es Prometeo y lleva muchos años sufriendo así. Sin embargo, no puede morir porque es inmortal. Robó el fuego del cielo y se lo dio a los hombres y por eso fue castigado. Su morada que has visto es el reino de Hades. Deberás, oh Hércules, bajar a las profundidades y liberarlo de su sufrimiento.
          Además, le advirtió que debía purificarse e iniciarse en los
Misterios de Eleusis.
          Y el hijo del hombre que era también hijo de Dios, inició su
trabajo pasando a través del décimo Portal.

           2.- Mientras buscaba la entrada al Hades, encontró a dos
personas atadas y acosadas por fieras. Entonces Hércules, olvidando el objetivo de su viaje, se dedico a liberarlas, cosa que logró. Luego, reanudó su camino. Descendiendo a través de los densos mundos de la materia, donde la atmósfera es casi irrespirable y sofocante y la oscuridad casi total, poniendo en juego su voluntad, buscó dentro de sí y oyó mientras erraba de un lugar a otro, la voz de la Sabiduría, Atenea, y los consejos de Hermes.
        Por fin llegó a la laguna oscura y venenosa llamada Estigia, que han de cruzar las almas de los que mueren. Caronte, el barquero que las transporta a la otra orilla, exigió el pago del óbolo, pero Hércules lo amenazó con sus armas y aquél lo transportó sin cobro alguno.
         Así penetró Hércules en el reino de Hades, un lugar por donde se deslizan los cascarones de los muertos.
         A poco de llegar, se le apareció Medusa, de cabellos formados
por serpientes sibilantes y venenosas. Hércules le arrojó su espada,
pero ella desapareció.
        Por fin, tras muchos pasadizos y lóbregos lugares, llegó a la sala del trono de Hades. El dios le preguntó qué buscaba un vivo en el reino de los muertos y Hércules le dijo que venía a liberar a Prometeo. Hades se lo autorizó, pero le advirtió que tendría que enfrentarse, con sus propias manos, a Cerbero, el perro con tres cabezas, todas ellas con serpientes enroscadas en torno a ellas y cola formada también por serpientes.
          Satisfecho con la autorización, Hércules siguió su camino en
busca de Prometeo. De repente, Cerbero apareció y saltó sobre él
gruñendo. Hércules agarró la cabeza central, donde estaba la garganta de las tres cabezas y, oprimiéndola con todas sus fuerzas, la estranguló a pesar de la feroz resistencia del monstruo.
        Aquí valdría la pena ilustra a los lectores y oyentes sobre el
hecho de que la palabra “cancerbero” como equivalente de “portero” viene, precisamente del “can” o perro “Cerbero”, que era el portero del infierno. Así se forman los idiomas que, como todos sabemos, son siempre algo vivo, mutante y creciente.
        Tras ello, siguió su camino hasta que encontró a Prometeo.
Hércules rompió sus cadenas y lo liberó de su tormento. Y
desandando sus pasos, acompañado por Prometeo, regresó junto al
Maestro. Y éste, al verlo llegar, le dijo:
       - La luz brilla ahora dentro del mundo de la oscuridad. El
trabajo está realizado. Descansa ahora, hijo mío.

         3.- Este signo de Capricornio es uno de los más difíciles de
interpretar. Se dice que ni siquiera su símbolo se ha delineado nunca correctamente porque, de hacerse, la afluencia de fuerza que
produciría no sería deseable.
         Al pie de la montaña, la cabra, el materialista, busca alimento en lugares desérticos y áridos. El chivo expiatorio, algo más arriba, pace las flores del deseo cumplido, cada uno con su espina correspondiente. Y, en la cima, la cabra sagrada o unicornio ve la visión. Y entonces aparece el Iniciado.

           4.- Hay dos portales de importancia dominante: Cáncer, hacia lo que erróneamente llamamos la vida, y Capricornio, el portal hacia el reino espiritual.
               Capricornio es la puerta a través de la que pasamos cuando ya no nos identificamos con la parte material de la existencia, sino que vivimos identificados con el espíritu. Eso es lo que significa ser iniciado.
                 Un Iniciado es una persona que no sitúa la conciencia en su mente, sus deseos, o su cuerpo físico. Los puede usar si lo desea; y lo hace para ayudar a la humanidad, pero no es ahí donde su conciencia está enfocada. Está enfocado en lo que llamamos espíritu, que es ese aspecto de nosotros mismos que está libre de forma. Es en la conciencia del espíritu donde nosotros funcionamos finalmente en Capricornio, nos conocemos a nosotros mismos como iniciados y entramos en los dos grandes signos universales de servicio a la humanidad.
              Es interesante que, en Acuario, tratamos simbólicamente con animales a granel, ya que en ese signo, Hércules tiene el trabajo de limpiar a fondo los establos de Augías, su primer trabajo como
discípulo del mundo. Pero en Piscis captura, no al toro, sino a todos
los bueyes, llevando a nuestra conciencia la idea de la universalidad
del trabajo del mundo, de la conciencia de grupo, de la conciencia
universal y del servicio universal.

          5.- Capricornio es el signo de la Iniciación, en la que los cuerpos físico, emocional y mental se postran ante el Cristo Interno en el momento de su Transfiguración.
               Esto está simbolizado en el pasaje evangélico de la
Transfiguración, en el que Cristo se llevó consigo “a lo alto de la
montaña” a Pedro, Juan y Santiago. Y allí, ante ellos, se transfiguró y ellos pudieron verlo en toda su gloria. Pedro, la “piedra”, representa el cuerpo denso, Santiago, el cuerpo de deseos y Juan, el cuerpo mental. Y los tres adoraron a Cristo en el momento de su Transfiguración.

           6.- Hasta ahora, todos los trabajos de Hércules han tratado sobre sus consecuciones personales. Ahora ya no. Ahora Hércules es ya libre. Es un Iniciado. Un discípulo del mundo. Ha dado vueltas y más  vueltas al zodiaco. Ha aprendido las lecciones de todos los signos y ha subido a la montaña de la Iniciación. Ha experimentado su transfiguración y puede ya trabajar en tareas que no se relacionen consigo mismo ni con su pasado como hombre.
         Capricornio es un signo triste; es el signo del sufrimiento intenso y la soledad y el silencio, pues éstas son también las señales del Iniciado. La característica principal del Iniciado es, precisamente la impersonalidad.
         La impersonalidad está basada en un logro de la personalidad. Se debe haber estado enormemente apegado a la personalidad para poder luego conocer el significado de la impersonalidad, pues no se llega a  ser impersonal sin pasar antes por la tentación de lo personal.
        La impersonalidad que debemos desarrollar es una expansión del amor personal que tenemos por un individuo, por nuestra familia, por nuestro círculo de amigos; es exactamente esa misma actitud pero hacia la humanidad y no tiene nada que ver con el sentimentalismo.
                Podemos amar a toda la humanidad porque conocemos el
significado del amor personal, y debemos brindar a todos el mismo
amor que hemos dado a los individuos cercanos a nosotros.
            La impersonalidad no es impedir la entrada ni levantar muros sino amar a todos porque somos capaces de ver a las gentes como realmente son, con sus faltas, sus fracasos, sus logros y con todo lo que hace de ellos lo que son. Ésa es la condición que se debe lograr en Capricornio.
         El discípulo del mundo no sólo hace lo que hizo Hércules, bajar al infierno para vencer a Cerbero, sino que trabaja entre los hombres todo el tiempo, interesado en su prójimo, pero de modo impersonal.

           7.- Se nos relata en el mito de este signo que Hércules tenia que hacer tres cosas antes de penetrar en el infierno. Son tres cosas
interesantes, así como lo es el orden en que debía hacerlas.

          a) Primero, tenía que purificarse. Hércules, el hijo de Dios,
que había vencido, que había sido transfigurado, iba a bajar al infierno a trabajar, y le llegó la orden de que se purificara.
          Él pensaba que era muy puro. El mito no nos dice cómo se
purificó pero, seguramente, tuvo que demostrar estar libre de
irritabilidad y egoísmo. Porque es una regla en ocultismo que, si no
puedes vivir de modo puro en tu propio círculo, no eres de utilidad ni en el cielo ni en el infierno. ¿Y qué significa aquí “puro”? Libre de las limitaciones de la materia. Si yo soy en alguna manera prisionero aún de mi mente, que es una forma de materia sutil, no soy puro. Si tengo cualquier emoción egoísta, no soy puro. Hércules tenía que purificarse.
           
          b) Luego, tenía que ser iniciado en los Misterios de Eleusis que, entre otras cosas, enseñaban a los iniciados a bajar a los infiernos sin peligro, y a salir de ellos, a voluntad. Quiere decir también que cada cual ha de pasar a través de su propio infierno personal, antes de que pueda pasar por el infierno universal. Se aprende la naturaleza de lo universal a través de la experiencia individual. No podemos aprender de oído.

                c) Por fin, Hércules tenía que detenerse y realizar un acto de servicio antes de poder imponerse a Cerbero. Vio a dos personas atadas y siendo atacadas por las fieras. Tenía que liberarlas antes de que pudiera hacer frente a su propio problema. Siempre, para el iniciado, el servicio está primero; dejar pasar lo que ha emprendido si se necesita su ayuda. Esa es siempre la historia del iniciado, porque está basada en la conciencia de grupo.

                 8.- Cerbero, el perro de tres cabezas, de espantoso ladrido, con serpientes creciendo en todo su cuerpo y con víboras por cola, era el guardián del Hades. Las tres cabezas simbolizan: el amor a las sensaciones, el deseo y las buenas intenciones no realizadas. La más importante, y de la cual dependen las otras dos, es la central, la del deseo. La importancia de la tercera cabeza está resumida en la conocida frase que dice que "El camino del infierno está pavimentado de buenas intenciones".
              La cola, formada de serpientes, representa a todas las ilusiones que impiden el progreso de la vida espiritual: la materialidad, que nos oprime; la naturaleza psíquica inferior que causa gran destrucción; el miedo a lo largo de cada posible línea; el temor al fracaso, que mantiene a tantos apartados de la actividad y engendra sólo inercia, la gran falta, se nos dice, de los aspirantes y los discípulos. Por eso se nos insiste siempre en “no dejar de intentar.”

              9.- Cuando el verdadero sentido de la realidad reemplaza tanto a la ambición terrenal como a la ambición espiritual, el hombre puede decir: "Estoy perdido en la luz suprema, pero vuelvo mi espalda a la luz".
        Porque así va el discípulo del mundo, el iniciado en Capricornio, por su camino, para servir a la humanidad en Acuario. En ese signo limpia los establos de Augías (del karma de toda la ignorancia y errores pasados: el Morador en el Umbral) y así se convierte en Piscis en un Salvador del Mundo. Recordemos que el último acto de Cristo en su camino a Getsemaní y al Calvario fue el de lavar los pies a sus discípulos.

         10.- Cada hombre debe recordar que el destino de la humanidad es incomparable y que depende en gran parte de su voluntad de colaborar en una tarea trascendente. Que la ley es, y siempre ha sido, luchar; y que la lucha no ha perdido nada de su violencia al ser transportada del plano material al espiritual. Que nunca debe olvidar que la chispa divina está en él, sólo en él y que él es libre de descuidarla, de matarla, o de acercarse a Dios mostrando su anhelo de trabajar con Él, y para Él.

* * *



Trabajo 11
Limpiar los Establos de Augías
Acuario (21 Enero - 10 Febrero)

              1.- Dijo el Maestro:
             - Diez veces ha girado la rueda, y ahora tú estás delante de otro Portal. Por largo tiempo has perseguido la luz, que vacilaba, primero, inciertamente, y luego crecía hasta ser un faro, y ya brilla para ti como un sol en llamas. Ahora, vuelve la espalda a la claridad; vuelve sobre tus pasos; regresa hacia aquéllos para los que la luz no es sino un punto transitorio, y ayúdalos a hacerla crecer. Dirige tus pasos hacia Augías, cuyo reino debe ser purificado de antiguos males.”

             2.- Pasó Hércules, pues, por el undécimo Portal en busca de
Augías, el rey.
          Cuando se aproximó al reino de Augías se vio detenido por un horrible hedor que lo hizo desfallecer. Porque el rey Augías no había quitado el estiércol que su ganado dejaba dentro de los establos reales desde hacía muchos años. Y las praderas estaban tan llenas de estiércol que ninguna siembra podía crecer. En consecuencia, una angustiosa pestilencia estaba recorriendo la región y haciendo estragos en las vidas humanas.
          Hércules se dirigió al palacio y buscó a Augías. Informado éste de que Hércules limpiaría los hediondos establos, Augías se mostró desconfiado y exclamó:
           - ¿Que harás esta enorme labor sin recompensa? No tengo fe en los que hacen tales alardes. Algún plan habrás tramado para
arrebatarme el trono. Yo no he oído hablar de hombres que busquen servir al mundo sin recompensa, aunque le daría la bienvenida a cualquier necio que quisiera ayudar. Cerraremos este trato: Si tú, en un día, haces lo que has prometido, te daré la décima parte de mi ganado; pero si fracasas, tu vida y tu fortuna serán mías. No creo que puedas hacerlo, pero inténtalo si quieres.

         3.- Hércules, entonces, dejó al Rey. Recorrió la asolada región y vio pasar a una carreta cargada de cadáveres, víctimas de las epidemias que la pestilencia producía. Y se sintió conmovido por ello.
        Observó que había dos ríos, el Alfeo y el Peneo, que discurrían
cerca de las cuadras del rey. Y, sentado en la orilla de uno de ellos, la respuesta a su problema relampagueó en su mente.
         Trabajó con fuerza y entusiasmo y logró desviar ambas
corrientes de los cursos que habían seguido durante décadas. El Alfeo y el Peneo vertieron, así, juntos, sus aguas a través de los establos llenos de estiércol. Los impetuosos torrentes barrieron la inmundicia largamente acumulada. El reino fue purificado de su fétida lobreguez.
En un sólo día, Hércules había realizado la tarea imposible.
         Cuando, completamente satisfecho, regresó donde estaba
Augías, éste frunció el ceño.
        - Has tenido éxito porque has usado un ardid. – le dijo lleno de ira. - Los que hicieron el trabajo fueron los ríos y no tú. Fue una artimaña para apoderarte de mi ganado, así que no tendrás la
recompensa. Vete de aquí antes de que rebaje tu estatura en una
cabeza.
        Así desterró a Hércules el encolerizado rey, y le dijo que nunca más pusiera el pie en su reino.

         4.- Habiendo realizado la tarea asignada, el hijo del hombre, que también era el hijo de Dios, volvió a aquel de quien había venido.
        - Te has vuelto un servidor del mundo. - dijo el Maestro cuando Hércules se acercó. - Has progresado retrocediendo; has llegado a la Casa de la Luz por otro sendero; has empleado tu luz para que pueda brillar la luz de los demás. La joya que otorga el undécimo trabajo es tuya para siempre.

        5.- Los dos ríos mencionados en la labor acuariana de Hércules son una clave de los poderes de Acuario. Y el mismo significado tienen las dos columnas en el relato de Sansón en la Biblia. La nota clave de Acuario es “equilibrio”, significando la analogía o equivalencia de los opuestos Las fuerzas masculina y femenina han de estar totalmente equilibradas en cualquier plano de manifestación.
            Con la adquisición de ese equilibrio, desaparecerán los
cambios sucesivos de la riqueza a la pobreza, de la salud a la
enfermedad, de la esperanza al miedo. Ya estamos notando la
tendencia a ese equilibrio en la culturización de la mujer, en su acceso a prácticamente todos los puestos de la sociedad, incluso en el reparto de las tareas domésticas. Las que han de sostener la nueva estructura de la Era de Acuario son, pues, las columnas de la Justicia y de la Igualdad, tanto para los hombres como para las naciones.

          6.- Hay una frase muy interesante en el Nuevo Testamento, la de "El fin del mundo o el fin de los tiempos". Y, si reflexionamos un poco, podremos empezar a comprender que lo que realmente quería decir era que el signo Piscis, en el cual llegó Cristo, el Salvador del Mundo, terminaría en un tiempo concreto que es, precisamente, el momento en que nos encontramos ahorra.
            Nos estamos enfrentando a un día del juicio, en el cual las ovejas y las cabras serán separadas y unas irán al ciclo y las otras al infierno. Se ha pensado siempre que las que irían al cielo serían las ovejas y las cabras al infierno. Pero, bien mirado, debe ser lo contrario. Porque la cabra, en Capricornio, es el Iniciado y, desde un cierto ángulo esotérico, las cabras van al cielo porque funcionan en el reino espiritual, que es el cielo, mientras que las ovejas permanecen en la tierra (que, después de todo, es el único infierno que uno puede posiblemente predicar) hasta que dejen de ser ovejas, es decir, hasta que aprendan a tener pensamientos propios e individuales, hasta que se transformen en cabras, escalen la montaña y cambien su carácter de seguidores por la de buscadores independientes.
            La entrada en el cielo es la entrada en la era de Acuario, que empezará dentro de unos quinientos años, pero en cuya zona de
influencia y de penumbra ya nos encontramos. Las fuerzas de Piscis se están retirando rápidamente. Todo lo que sucede en el plano físico se debe a fuerzas superiores, como se expone a continuación:

             a) ¿Qué quería decir el culto del toro en Tauro? No
significaba la deificación de la naturaleza animal en el hombre, sino
que éste, bajo el símbolo del toro, tenía que luchar con el animal
que hay dentro de él.

            b) Luego, nuestro sol pasó a Aries, el Carnero, y teníamos el sacrificio del cordero, mostrando que el sacrificio de la naturaleza animal estaba empezando a representar la lucha con la naturaleza animal.

          c) Luego, el sol pasó a Piscis, los peces. Las fuerzas que
actuaron – y siguen actuando – sobre nuestro planeta presentan
ante la conciencia del hombre su dualidad esencial. Y el hombre ha empezado a darse cuenta de que es, a la vez, espíritu y cuerpo.  Cristo apareció en Piscis para demostrarnos cuál sería nuestro último logro cuando hubiéramos unido al pez símbolo de la segunda persona, y al pez nadando en la materia, símbolo del ser humano encarnado.

         d) Estamos pasando ahora al signo de Acuario donde, a través del simbolismo del agua y la purificación, aprenderemos cómo ser el espíritu y no el ser humano. Eso es lo que ocurrirá en Acuario.
             Al final de la era de Acuario, aproximadamente de aquí a dos mil setecientos años, la naturaleza animal, la naturaleza
emocional y la mentalidad serán secundarias, y ese impulso
universal en cada uno de nosotros que nos pone en armonía con
Dios, habrá pasado a primera línea; habremos dejado atrás el
reino humano y, aunque podamos estar habitando cuerpos, nuestra conciencia estará enfocada en el quinto reino de la naturaleza, el reino espiritual.
            El signo opuesto a Acuario es Leo, el signo del individuo, del hombre que se ha encontrado a sí mismo como ser humano. Él se sostenía sobre sus propios pies; era el centro de su universo, las
estrellas giraban a su alrededor, todo ocurría con relación a él. Por eso aprendió ciertas grandes lecciones: que era posible que él no fuera tan importante como pensaba y que, sujetándose a cierta disciplina, podría encontrar un yo más amplio. En Acuario, el discípulo se convierte en un maestro servidor. Ése es el principio fundamental que hay que mantener in mente. Puede ser un maestro porque ha aprendido a servir, y puede servir porque es un maestro.

             7.- Siendo Hércules un Iniciado, ha de de hacer tres cosas,
características de todo verdadero iniciado y que, si no están presentes en alguna medida, no se le puede denominar así:

         a. Servicio desinteresado. No es el que se presta porque el es un camino hacia la liberación, sino el que se presta porque nuestra
conciencia ya no es egocéntrica sino universal y no hay nada que
podamos hacer sino asimilar las aflicciones de nuestro prójimo y
ayudarlo. No es ningún esfuerzo para el verdadero maestro acuariano actuar así.

         b. Trabajo en grupo. El mundo está lleno de organizaciones y sociedades, hermandades que son felices preparando terrenos para la era de Acuario. Desgraciadamente, esos grupos, hoy en día, son sólo focos de celos, de gente tratando de impresionar a los otros con sus conocimientos y su vida de autosacrificio. Pero esto no es trabajo grupal.El trabajo grupal consiste en permanecer solo espiritualmente en el manejo de los propios asuntos, con completo olvido del propio yo, y siempre en beneficio de la parte de la humanidad con la que estamos relacionados. El verdadero grupo niega la ambición; niega el progreso ascendente en la organización y niega toda presunción de prerrogativas oficiales.

          c. Autosacrificio. La finalidad del autosacrificio es purificar el yo.
          Desde la cima de la montaña en Capricornio, Hércules tiene que bajar, literalmente, a la suciedad material, y limpiar los establos de Augías. La lección que en ello se contiene es fácil de comprender: Él, que había trepado a la cima de la montaña, que había triunfado en todas las grandes pruebas, que había pasado de Capricornio al reino espiritual y conocido algo del significado del éxtasis místico, estando en el disfrute de ese estado altamente espiritual, recibe la orden, no de hacer un gran trabajo para el mundo sino, simplemente, la de limpiar unos establos.
          El objeto de la prueba puede ser resumido de esta manera:
Hércules tenía que ayudar a la purificación del mundo por la recta
dirección de las fuerzas de la vida a través de él.
          Estamos entrando en la era de Acuario, al final de la cual, el
materialismo habrá desaparecido completamente, ya que toda la vida se interpretará en términos de energía. Estamos tratando íntegramente con fuerzas. Y somos fuerzas. Tendremos un nuevo lenguaje, el lenguaje simbólico de la energía misma. Seremos todos ocultistas de hecho porque el ocultista vive y trabaja en un mundo de fuerzas, y empieza con las fuerzas de dentro de sí mismo. Ahora estamos tratando con energías y estamos malgastándolas.
         Este signo inaugura la escuela de los Salvadores del Mundo.  Es un signo de preparación para lo que el próximo signo de Piscis nos traerá.
          Acuario se representa como un hombre sosteniendo un cántaro invertido. El hombre invierte el cántaro y de él salen dos chorros de agua, el río de la vida, y el río del amor, y esas dos palabras, vida y amor, son las dos palabras que encarnan la técnica de la era de Acuario; no la forma ni la mente, sino la vida y el amor. Dos palabras que usamos constantemente, pero tras las cuales no tenemos ningún concepto claro.

              8.- Estamos, como se ha dicho, en la zona de penumbra de
Acuario, de su primer decanato, regido por Saturno y de ahí nuestras presentes dificultades, nuestro trastorno político, la división del escenario del mundo en grandes grupos, con gente que es patriótica, y gente que está empezando a vislumbrar el espíritu
internacional.
               En las iglesias hay asimismo división entre los que están
obteniendo una imagen de la universalidad del amor de Dios, y los
que se inclinan ante la autoridad y el dogma.
          En el campo de la economía – Saturno - hay una división entre los que se inclinan ante las cosas materiales y los que las dejan pasar para conseguir cosas mejores; entre los que toman las posesiones por ellas mismas, los que acumulan y guardan, y los que las dejan para adquirir lo que Cristo llama "los tesoros en el cielo".
             En cualquier campo del pensamiento encontramos estas dos fuerzas dominantes a causa del impacto de las energías pisceanas y acuarianas. Hay dos grupos distintos: los que están atados al pasado y al aspecto material, y los que están adquiriendo la clarividencia y están viendo la vida, la conciencia, el propósito y el plan, emergiendo por medio de todos ellos.
          Lo maravilloso es que, a pesar de los disturbios superficiales y de deplorables acontecimientos, el espíritu del hombre, que es sano y puro, se está elevando y estamos saliendo bien, pero no hemos de pensar que esto será trabajo de una semana o de un año. Depende de nosotros cuán rápido aprendamos la lección de cómo conducirnos para  que la era pisceana del materialismo y la autoridad, la posesión y la mentalidad, pueda ser reemplazada por la era de la espiritualidad, la intuición y la conciencia universal.

           El segundo decanato de Acuario está gobernado por
Mercurio, y de aquí vendrá la iluminación. La iluminación que
llegó en Leo, el opuesto de Acuario, era "yo soy el yo", la
iluminación que llamamos autoconciencia. Pero la iluminación
que llega en Acuario es "yo soy Eso", yo soy la conciencia del
grupo. Mi autoconciencia ha desaparecido, mi individualidad no es
importante, mi personalidad es sólo un mecanismo, pero mi
conciencia es una con todo lo que existe.

          En el tercer decanato, gobernado por Venus, tendremos el predominio del amor inclusivo. Dentro de dos mil años, podremos expresar realmente el amor fraternal. Deberá ser un hecho manifestado antes de que la humanidad en su conjunto pueda pasar a la Era de Capricornio.
El aspirante individual no puede recibir la Iniciación hasta
que aprende a amar desinteresadamente, a amar a todos y no sólo a los que piensan como él y actúan como él desea.

         9.- Cuanto más refinadas son las formas a través de las que
actúa la vida, más rápida es la reacción a los estímulos. Ésta es la razón por la cual llevamos esta inmensa velocidad en cada etapa de la vida, por la cual estamos todos tan constreñidos. Tenemos cuerpos pisceanos, materializados, y estamos tratando de vibrar a la velocidad de la era de Acuario. Y todavía no somos acuarianos.
        Cristo proclamó su mensaje "para el fin de los tiempos" cuando dijo, “Un nuevo mandamiento os doy; que os améis unos a otros como yo os he amado”.
             El undécimo mandamiento, el undécimo signo. Cristo sabía que el ciclo que inauguraba pasaría, que surgiría un nuevo método de trabajo por medio del cual los Maestros emplearían un nuevo modo de llegar a la humanidad, pero Él preparó el camino para Su propio trabajo posterior.

          10.- Augías, el hijo de Neptuno, el dios de las aguas, guardaba manadas de animales y, durante treinta años, los establos no habían sido limpiados; de modo que la suciedad se había acumulado. A Hércules se le dijo que hiciera algo acerca de eso; muchos habían intentado limpiar los establos y fracasaron: eso era siempre superior a ellos.
            Siendo Hércules un Iniciado y teniendo mucho sentido comúnlo que los verdaderos Iniciados siempre tienen, bajó de la cima de la montaña y estudió el problema.
           Primero destruyó el muro que rodeaba los establos, haciendo dos grandes agujeros en sus lados opuestos, y luego desvió los dos ríos a través de ellos. No trató de barrer y limpiar, como habían hecho otros, sino que destruyó barreras usando los ríos. Los establos fueron limpiados sin esfuerzo por su parte.
             Cada uno de nosotros somos uno de los animales de la manada guardada por Augías, y los establos en los que vivían no habían sido limpiados en treinta años (3 x 10), siendo 3 el número de la personalidad y 10 el de la consumación).
               ¿Y qué hizo Hércules? Derribó las barreras. Y eso es lo primero que tiene que ocurrir en la era de Acuario.
               Estamos apenas empezando a pensar en términos amplios, a dejar de ser exclusivos. Eso ocurrirá en Acuario y, para eso, habremos de destruir el prejuicio y aprender a pensar en términos generales, de totalidad. Derribar las barreras en gran escala ha de ser llevado a cabo por la opinión pública, y esto es de desarrollo lento y grandemente emocional; ésa es la dificultad.
             En la era de Acuario, especialmente en el segundo decanato, gobernado Mercurio, tendremos la opinión pública moldeada por el pensamiento y no por la emoción, y tendremos el mundo lleno de pensadores. El cometido de los que escriben en este sentido, es empezar a pensar constructivamente, para que los fundamentos estén bien colocados por las fuerzas así emitidas; construyendo para el futuro.
               Cultivemos el espíritu acuariano de dejar libre a la gente, la capacidad de tener confianza. Y, cuando hayamos hecho todo lo posible para derribar los muros y para expresar la vida y el amor, ayudados por nuestro espíritu, cuya naturaleza es amor-sabiduría, no busquemos reconocimiento; no lo conseguiremos. Lo duro de la tarea del pionero en cualquier campo del pensamiento, de cualquier persona que se está esforzando para expresar los nuevos ideales, es siempre la falta de reconocimiento, y a veces peor. No seremos elogiados, ni compadecidos, tendremos momentos difíciles, pero estaremos preparando el terreno para que, en el futuro, el odio y la separación desaparezcan.


* * *



Trabajo 12
Capturar la roja Manada de Gerión
Piscis (20 Febrero - 21 Marzo)

             1.-: El Maestro, desde su lugar de paz, habló a Hércules:
          - Estás ahora ante del último Portal. Queda un trabajo para que el círculo se complete y alcances la liberación. Ve a ese oscuro lugar llamado Eritia, donde la Gran Ilusión está entronizada: donde Gerión, el monstruo de tres cabezas, tres cuerpos y seis manos, es señor y rey y retiene ilegalmente una manada de bueyes rojizos.
Debes conducir esa manada desde Eritia hasta nuestra Ciudad
Sagrada. Cuidado con Euritión, el pastor, y con su perro de dos
cabezas, Ortro.
           Hizo una pausa y agregó lentamente:
          - Puedo hacerte una advertencia: Invoca la ayuda de Helios.

          2.- El hijo del hombre, que era también hijo de Dios, partió a
través del Duodécimo Portal. Iba en busca de Gerión.
         Dentro de un templo, Hércules hizo ofrendas a Helios, el dios del fuego en el sol. Meditó durante siete días, y entonces le fue concedido un favor: Un cáliz de oro descendió desde lo alto hasta sus pies. Y él supo, en lo íntimo de sí mismo, que aquel brillante objeto le permitiría cruzar los mares para llegar a la región de Eritia.
          Y así fue. Dentro de la segura protección del cáliz de oro,
navegó a través de agitados mares hasta que llegó a Eritia y desembarcó en una playa de aquel lejano país. No mucho después, llegó a la pradera donde la rojiza manada pastaba. La cuidaban el pastor Euritión y Ortro, el perro de dos cabezas.
        Cuando Hércules se aproximó, el perro se adelantó veloz como
una flecha hacia el desconocido y se abalanzó, gruñendo, sobre él,
dando feroces dentelladas con sus colmillos al descubierto. Pero
Hércules con un golpe certero y decisivo de su garrote, lo derribó.
        Entonces, Euritión, temeroso del bravo guerrero que tenía
delante, le suplicó que le perdonara la vida. Y Hércules se lo
concedió. Y, conduciendo a la manda rojiza delante de él, se dirigió
hacia la Ciudad Santa.
      No había ido muy lejos cuando percibió tras él una distante nube de polvo que rápidamente se agrandaba. Suponiendo que el monstruo Gerión venía en furiosa persecución, se volvió para enfrentarse al enemigo.. Soplando fuego y llamas por sus tres cabezas a la vez, el monstruo se encontró con él. Gerión y Hércules estaban frente a frente.
       Gerión arrojó a Hércules una lanza muy bien dirigida pero,
inclinándose ágilmente a un lado, Hércules esquivó el venablo mortal.
       Luego, tenso su arco, disparó una flecha que parecía incendiar el aire cuando la soltó, y golpeó al monstruo de lleno en su costado. Con tan gran ímpetu la había disparado, que atravesó los tres cuerpos del feroz Gerión. Con un agudo y desesperante gemido, el monstruo se inclinó y después cayó, para no levantarse nunca más. Entonces, Hércules condujo el ganado colorado hacia la Ciudad Santa,

        3.- El viaje de regreso resultó mucho más accidentado que el de ida. Tuvo, primero, que matar tantos monstruos en Libia que, para conmemorarlo, se erigieron luego las "Columnas de Hércules", que separan la Libia o África del Norte, de Europa y que no son otras que la roca de Gibraltar y la de Ceuta. Luego, tuvo que atravesar España, la Galia, Italia, Sicilia y Grecia. En Liguria fue atacado por los belicosos indígenas. Eran tantos que Hércules agotó sus flechas e incluso las piedras a su alcance, así que pidió auxilio a Zeus, su padre, y éste envió contra sus enemigos una lluvia de pedernales, que acabó con ellos. Luego, los ladrones Alebión y Derkinos, hijos de Poseidón, intentaron quitarle el rebaño. Hércules los mató. Al llegar a Calabria, uno de los toros se escapó y cruzó a nado el estrecho entre Italia y Sicilia. Hércules dejó el resto del rebaño al cuidado de Hefaistos y corrió tras el descarriado. Después de matar a Etix, rey de los elimes, que quiso quedarse con él, lo hizo regresar con los demás. Llegados a Grecia, fueron los toros atacados por un enjambre de tábanos, enviados, lógicamente, por Hera, que los enloqueció y dispersó.
          Hércules reunió a los que pudo y los otros se hicieron salvajes por las llanuras de Scitia. Y, por fin, entregó los toros a Euristeo, que los sacrificó a Hera.

        Aunque fatigado por este exigente trabajo, Hércules finalmente regresó. El Maestro esperaba su llegada.
           - Bienvenido, Hijo de Dios que es también hijo del hombre. - , saludó así al guerrero que regresaba. - La joya de la inmortalidad es tuya. Con estos doce trabajos has superado lo humano y ganado lo divino. Has llegado al hogar, para no dejarlo más. En el firmamento estrellado será inscrito tu nombre, un símbolo para los luchadores hijos de los hombres, de su destino inmortal. Terminados los trabajos humanos, tus tareas cósmicas empiezan.

        4.- Pensemos en Hércules como en un Salvador del Mundo. Ha tenido una visión de algo que ha de hacer. Ve a la humanidad poseída por un monstruo, un hombre de tres cuerpos, símbolo de un ser humano con sus tres vehículos, mental, emocional y físico unidos.
             Ese monstruo humano de tres cabezas representa la fuerza
egoísta concentrada por el hombre y que le ataca en todos los
aspectos: moral, mental y físico. Las masas humanas están
representadas por el rebaño rojo, dominado por ese monstruo de tres cabezas.
         El pastor que cuida el rebaño, del que Hércules se compadeció y cuya vida perdonó, representa la mente. Por eso fue respetado, porque no se puede concebir ningún ser humano encarnado que no necesite usar la mente como intérprete de la energía espiritual.
              El perro de dos cabezas es la Ley Convencional del Viejo Orden, guiada por el egoísmo, conocida como “ortodoxa”, y que ha de ser sustituida por la Nueva Ley, inspirada por el amor. Porque la Ley ortodoxa, como el perro, posee un doble aspecto: es, a la vez, buena y mala, pues nunca beneficia a todos, sino que contenta a unos y daña a otros. El trabajo del Nuevo Día consiste en separar ambos aspectos.
        Por una parte, hay que eliminar lo que no es ya útil y entorpece y, por otra, hay que conservar lo que hay de aprovechable.
             Hércules, el dios Sol, representa la ley cósmica que
finalmente extrae el bien del mal y el orden del caos.
           El destino de la humanidad como conjunto está representado por el hecho de que, al regresar a casa, Hércules coloca el rebaño en un recipiente de oro, que le ha dado el dios del Sol, Helios.
             Fijémonos en que al guardián del ganado, Ortro (el aspecto
forma), se le dio muerte, pero el pastor y el ganado fueron
introducidos en la copa de oro y elevados hasta el cielo. Aquí tenemos representado el Santo Grial; y así se realizó el trabajo. El Salvador del Mundo había cumplido su función; había elevado a la humanidad. Y eso es, precisamente, lo que hizo Cristo.
            Se habla, a veces, del fracaso del Cristianismo. Pero no hay
fracaso por parte del Gran Plan. Tal vez lentitud, pero, ¿sabemos cuán desastroso sería si la evolución fuera demasiado rápida, cuán peligroso si la gente fuera sobre-estimulada antes de estar preparada para ello?
     Todos los Maestros conocen los peligros de la sobre-estimulación, los desastres que ocurren cuando una persona hace ciertos contactos antes de que su mecanismo esté suficientemente puesto a punto. Los Salvadores del Mundo tienen que trabajar lentamente, pues el tiempo no significa nada para ellos.

               5.- El signo de Piscis gobierna los pies y de ahí la idea de
hollar o pisar el Sendero y alcanzar la meta que ha sido la
fundamental revelación espiritual de la era de Piscis.
            Piscis es también el signo de la muerte, en varios aspectos. A veces será la muerte del cuerpo, o puede ser que una vieja teoría
llegará a su fin; que una amistad indeseable cesará; que la devoción a alguna forma religiosa del pensamiento que se ha sostenido, terminará y surgirá una nueva y colocará sus pies sobre un nuevo sendero.
             Piscis es el signo de la muerte para la personalidad.
Recordemos aquella exclamación, tan mal traducida y peor interpretada, de la Crucifixión . “Padre, ¿por qué me has
abandonado?”, que no es sino la reclamación de la personalidad al
espíritu, que la está abandonando para siempre, tras milenios de
convivencia. Si nosotros pudiéramos abandonar la idea de los velos de la personalidad, estaríamos dispuestos a abandonar la personalidad. También significa la muerte de un Salvador del Mundo, pues es el signo de la crucifixión y marca el fin de un ciclo zodiacal.

            6.- Hay tres signos de salvación en el Zodiaco:
            a.- Leo, de donde la palabra sale para el ser humano, “labra tu propia salvación". Así tenemos en Leo al hombre decidido a
mantenerse erguido sobre sus propios pies, que se hace orgulloso y
dogmático. Pero eso es necesario para la salvación porque, sólo
sometiendo a prueba su equipo, llegará al punto donde aparece una
perspectiva más amplia.

           b.- El segundo signo de salvación es Sagitario, el signo del
servicio y el silencio, donde el hombre dogmático, cansado de hablar de sí mismo y de abrirse camino, se pierde de vista a sí mismo en la meta y sirve silenciosamente.

         c.- Y, por fin, llegamos al tercer signo de salvación, Piscis, el de los Salvadores del Mundo.

         7.- Existe en la naturaleza el reino humano y, por encima de él, hay otros reinos: el espiritual y el cósmico; y, por debajo de él, los reinos animal, vegetal y mineral.
           El trabajo de los inteligentes hijos de Dios es actuar como
transmisores, a través de la mente, de la energía espiritual, que salvará y vitalizará a todos los reinos inferiores de la naturaleza.
          En cada país se puede encontrar a los que saben (no a los que
dicen que saben). Pero hay un grupo de seres humanos, integrados
ahora, sobre quienes está colocada la carga de guiar a la humanidad.
          Están iniciando y diseminando movimientos que tienen en sí la nueva vibración; están diciendo cosas que son universales en su
carácter; están enunciando principios que son cósmicos; son inclusivos, no exclusivos; no les importa qué terminología use un hombre; insisten en que el hombre debe guardar su propia concepción de la verdad para sí mismo, y no la debe imponer a nadie más; se reconocen mutuamente y, dondequiera que se encuentren, hablan un idioma universal, demuestran la luz universal, son servidores y no tienen interés en ellos mismos.
          El mensaje que les llega desde lo interno está expresado en las palabras simbólicas, "Lo que yo te digo en la oscuridad, háblale tú en la luz". A cada uno se le dirá una cosa diferente según la necesidad de la gente que lo rodea, para entregar un mensaje de luz. Por lo tanto, ellos no están atados por dogmas o doctrinas, porque tienen la palabra que les ha llegado en la oscuridad, la que han labrado para sí en la lucha y el esfuerzo de sus propios espíritus. Encuentran la necesidad de su prójimo, y de ellos es el mensaje de Cristo. "Un nuevo mandamiento os doy: que os améis unos a otros como yo os he amado". Pero ese amor de Cristo no es un sentimiento. El amor que Cristo proclamó es una comprensión inteligente y una apreciación de la necesidad del individuo.
          Un nuevo mandamiento os doy puede ser resumido como
"inclusividad", el signo característico de la Nueva Era, el espíritu
universal, la identificación, la unidad con todos nuestros semejantes. Eso es amor y él nos mantendrá ocupados; no tendremos tiempo para hablar del amor, estaremos ocupados haciendo cosas, grandes cosas y pequeñas cosas, cosas sin importancia y cosas importantes.
        ¿Cómo nos prepararemos para llenar ese requerimiento, para
poseer esas características que automáticamente nos colocan dentro
del grupo de servidores del mundo?
       a) Sea cual fuere nuestro deber, hagámoslo.
       b) Cultivemos la recta actitud interior y estemos abiertos de par
en par a todos nuestros semejantes.
       c) Aprendamos a meditar, y aprendamos verdaderamente a
meditar.
       La meditación, cuando es correctamente llevada a cabo, es un
arduo trabajo mental, pues significa orientar la mente en dirección al espíritu, y nosotros aún no podemos hacerlo. Significa que, cuando hayamos aprendido a enfocar la mente en el espíritu, debemos sostenerla firmemente allí y, cuando hayamos aprendido a hacer eso, debemos aprender a escuchar en la mente lo que el espíritu nos está diciendo, y eso aún no podemos hacerlo.
      d) Luego, debemos aprender a recibir lo que el espíritu nos ha
dicho, y formar con ello palabras y frases y volcarlo al cerebro que
está esperando. Eso es la meditación, y es siguiendo ese proceso como llegaremos a ser Servidores del Mundo, pues entonces seremos la fuerza de lo que hayamos llevado a cabo. Automáticamente, nos encontraremos protegidos por ese Gran Uno cuya misión es levantar a la humanidad de la oscuridad a la luz, de lo irreal a lo real.
      Terminaré esta conferencia con un poema de mi autoría, que
resume lo que debe ser, a mi modo de ver, el paso por el Sendero para llegar a convertirnos, como Hércules, en verdaderos Salvadores del Mundo:



HASTA QUE…
por Francisco-Manuel Nácher

Hasta que no te olvides de ti mismo
y dediques tu vida a los demás,
no avanzarás un paso en tu camino
y tu marcha será sólo hacia atrás.

Hasta que tus dolores no lo sean
y tus problemas no te agobien más
y te agobien, en cambio, los ajenos,
no sabrás, de verdad, adónde vas.

Hasta que tu ilusión más acuciante
no sea la de servir a los demás
y ayudarles a descubrir en ellos
la Luz de Dios, que en su interior está,
no estarás dando el fruto que debieras
y tu vida sentido no tendrá.

* * *